Campeche

Yucatán blinda su frontera

Desde las 19:00 horas del viernes pasado, luego de que fueran confirmados los primeros casos de personas infectadas por el COVID -19, el Gobierno del Estado de Yucatán, con el apoyo de la Federación, instrumentó un estricto filtro de control sanitario en los puntos limítrofes de mayor interacción o flujo migratorio con el estado de Campeche y Quintana Roo, destacándose las actividades que ayer tuvieron lugar en la garita de vigilancia fitozoosanitaria de Halachó.

Luego se supo que, preocupado por las afectaciones económicas que podría sufrir el estado de Yucatán a causa de la pandemia, el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, supervisó el trabajo encomendado a los encargados del filtro sanitario instalado en Halachó.

Ante las medidas extraordinarias que las autoridades médicas–locales, nacionales e internacionales- están adoptando en relación con esta pandemia, que hasta el viernes pasado había afectado a 122 países, también surgieron expresiones entre los ciudadanos que fueron desde la posibilidad de que todo se trate de “política del miedo” o de la posibilidad de que el COVID-19 sea tan letal, al grado de que el Gobierno se está viendo obligado a abordar el problema con mucha sensatez.

Rígido control sanitario

El flujo diario de vehículos por la carretera Campeche-Mérida supera los 6 mils –según fuentes oficiales que citan datos del año pasado-, lo que incluye autobuses de pasajeros, transporte de carga, por ende, tras confirmarse la presencia del COVID -19 en la Península de Yucatán, el Gobierno del Estado de Yucatán, con el apoyo de la Federación e instituciones como la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), implementó filtros de control sanitario en las fronteras que comparte con Campeche y Quintana Roo.

Durante la visita que los reporteros de POR ESTO! llevaron a cabo en la caseta de control fitozoosanitario de Halachó, Yucatán, observaron que al operativo de apoyo a la vigilancia y control epidemiológico se sumaron –en este punto- al menos 50 elementos de la Policía Preventiva, pero también fue notoria la presencia de personal castrense y de instituciones de como la Policía Federal.

También se constató que el gobierno yucateco dispuso de personal que previamente fue capacitado para identificar a personas y vehículos extranjeros, sobre todo a turistas que provienen de sitios en donde la pandemia de COVID-19 se manifestó en forma letal.

Los encargados del filtro sanitario de Halachó están siendo particularmente escrupulosos con transportistas de pasajeros, de carga y automovilistas provenientes de estados como Hidalgo, Michoacán, Nuevo León y la Ciudad de México, estados de la república donde el mal se ha manifestado en forma más agresiva.

Entre el personal asignado al filtro instalado entre los municipios de Halachó, Yucatán y Calkiní, Campeche, se notó la presencia de individuos que portaban uniformes de la Secretaría de Salud del Gobierno Federal, así como de la Secretaría de Salud del Estado de Yucatán.

Se constató que para las acciones consistentes en la identificación de potenciales portadores del COVID-19 en la garita de Halachó, los funcionarios sanitaristas cuentan con el apoyo de instituciones como la SEDENA y la Policía Federal.

Especial atención

para extranjeros

Habilitados con los conocimientos necesarios para ubicar a ciudadanos europeos y asiáticos, personal médico, con el apoyo de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Yucatán, llevan a cabo labores para aplicar diagnósticos rápidos a los visitantes extranjeros que transitan entre Campeche y Yucatán.

Según se pudo apreciar, el Gobierno de Yucatán elaboró un protocolo que va desde el proceso de identificación de viajantes riesgosos –sobre todos extranjeros- hasta la disposición de los recursos necesarios para realizarles un diagnóstico previo.

De acuerdo con las indagaciones hechas por los reporteros de POR ESTO!, las acciones gubernamentales adoptadas por el Gobierno de Yucatán fueron previamente acordadas con las autoridades campechanas, sin embargo, la justificación principal es la determinación de los yucatecos de evitar que la crisis del COVID -19 les propicie grandes daños económicos.

Junto con la actividad comercial, el turismo representa para Yucatán más del 21.9 % del PIB local, según análisis realizado para el Programa Estatal 2001-2007. En el referido diagnóstico (realizado por científicos pertenecientes a instituciones como la UNAM, CINVESTAV-IPN y ECOSUR-Campeche, se precisó que en ese entonces los ingresos anuales por comercio y turismo eran de 1,500 millones de pesos al año y que de esta actividad dependían al menos 20 mil yucatecos.

Inconformidades mínimas

Los reporteros de POR ESTO! Campeche permanecieron en la garita de Halachó durante poco más de una hora, tiempo durante el cual pudieron constatar que, aunque la mayoría de los ciudadanos –mexicanos y extranjeros- aceptaban y se sometían voluntariamente a las peticiones de los encargados del filtro sanitario, algunos también se manifestaron inconformes.

“Política del miedo”, soltó una conductora que manifestó prisa y poca disposición al ser abordada por los encargados del “retén médico”, debido a que su vehículo portaba placas del Estado de Sinaloa.

Una situación similar se pudo apreciar con una familia del Distrito Federal que se dirigía a la capital yucateca. Sin embargo, según se pudo apreciar, tanto el personal médico como policial que está a cargo del filtro entre Yucatán y Campeche, los dejaron seguir su trayecto, tras ser inspeccionados.

Una postura más amable es la que –a la vista de estos reporteros- asumieron turistas estadounidenses y europeos identificados por los encargados del filtro sanitario, a pesar de que debieron ser sometidos a varias medidas de control, entre las que destacan el uso de la fotografía térmica.

(Joaquín Vargas)