Cultura

El show de terror de Rocky dice adiós

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Hortencia Sánchez

Decir adiós a una obra de teatro casi siempre resulta un tanto triste, pero en este caso decir adiós a El show de terror de Rocky es saber que el tiempo ha pasado, que ya es tiempo de dejar atrás este sueño en donde se le apuesta al cuerpo, a la sexualidad, al ímpetu de la juventud.

Esta obra se estrenó, con parte del reparto actual, hace diez años, ahora algunos ya son padres de familia, el propio director ahora se ha convertido en abuelo. Y aunque se ame intensamente a este montaje ha llegado el tiempo de decirle adiós. Es por eso que el próximo viernes, 16 de noviembre, se develará una placa conmemorativa con invitados de honor para tan significativo acontecimiento.

Este fin de semana mientras el reparto ensaya en el Foro Alternativo Rubén Chacón, espacio sede de esta compañía, ubicado al interior de la ex penitenciaría Juárez, sus hijos juegan en el jardín en donde hace muchos años los presos pagaban sus delitos. Y mirar a estos niños hace más visible el paso inminente del tiempo, ese que nos lleva a dejar en el recuerdo esta entrañable puesta en escena.

No suelo entrevistar a mi pareja pero considero que esta ocasión lo amerita, por considerarlo uno de los hombres más comprometidos y dadivosos con el teatro, por lo que antepongo el respeto que le tengo como creador de escena y en segundo el amor que le procuro.

Hortencia: Maestro, ¿por qué eligió montar este texto hace diez años?

Francisco Solís: Pienso rápidamente, después de lo andado y aprendido, que por fortuna; es decir, cuando decidí montarla, en 2008, como parte de un ejercicio escénico de la materia Teatro Musical, de la Licenciatura en Teatro de la ESAY, sabía poco del género, dado que mi formación teatral había estado orientada en otro sentido, y no presentía la complejidad y alcances que contenía. Considero que la elección estuvo determinada porque encontré en él la posibilidad de, además de explorar este tipo de teatralidad, con características expresivas tan particulares, abordar un discurso temático que era de mi interés: la confrontación con lo cotidiano, el respeto a la diversidad, la defensa de la libertad.

H: ¿Qué piensa cuando algunos directores colegas, de manera irónica, le comentan que es su mejor montaje en su trayectoria como creador de escena?

FS: Cada vez que alguien habla bien de tu trabajo es una satisfacción y un motivo para seguir trabajando y esforzándote. Algunos hablan de este montaje, algunos más de otros. Algunos, los más antiguos, hablan del primero. Incluso de mis trabajos como actor. Son muchos años ya de estar “escribiendo” escena, como actor, como director, como dramaturgo, como entrenador de actores y actrices, como promotor teatral, desde esa perspectiva creo que habrá muchas opiniones. Yo pienso que solo hay dos tipos de teatro, el bueno y el malo, y siempre me he esforzado por hacer el primero, desde todos los ámbitos.

H: ¿Por qué concluir el ciclo?

FS: Quizá lo decido porque la evolución misma de la obra la hizo demasiado compleja y costosa para poder sostenerla de modo independiente. El show de terror de Rocky creció tanto en la calidad del montaje como en la cantidad de sus integrantes. El primer gran logro fue que, siendo un examen de una materia de séptimo semestre, al egresar los entonces actores estudiantes me pidieron retomarla en esta su nueva etapa como profesionales y profesionistas del teatro. Los primeros años las funciones eran con pistas grabadas, con los arreglos del maestro Lázaro González, y después pudimos cumplir el sueño de hacerla con música en vivo. Pudimos también dar funciones de media noche, en bares, llenar teatros, hacer que la gente cantara y bailara con nosotros las coreografías de Oswaldo Ferrer. Pero en un sentido estricto no pienso que se cierre un ciclo, pienso que decido hacer la última función de una puesta en escena, que el ciclo teatral continúa.

H: ¿Planes teatrales a futuro?

FS: Continuar con el proyecto de formación de público desde mi labor como director de escena y promotor teatral en el Foro Alternativo Rubén Chacón. Contribuir a la formación de actores desde la Licenciatura en Teatro de la Escuela Superior de Artes de Yucatán. Terminar mi trabajo de titulación de la maestría en escena. Continuar con mi investigación teatral con la Compañía Teatro del Sueño que cumple 25 años de creación teatral.

H: ¿Qué diría a sus cómplices de El show de terror de Rocky?

FS: Gracias, muchas gracias. Por la confianza, por el cariño, por compartirme su talento, por ayudarme a crecer como artista y ser humano.

H: Algo que quiera compartirnos.

FS: El consejo de siempre, acérquense al arte. En estos tiempos oscuros de deshumanización nada como la sensibilidad para intentar sanar a esta sociedad.

El show de terror de Rocky es un proyecto escénico inspirado en la película The Rocky Horror Picture Show.

Era una noche lluviosa, y tras sufrir la pinchadura de una llanta, una feliz pareja de novios, Janet Weiss y Brad Majors, terminarán pasando la noche en un apartado y misterioso castillo. Allí vive el Dr. Frank-N-Furter, un extraño científico que está construyendo una especie de Frankenstein.

“Era una noche libre, una noche libre que iban a recordar por mucho, mucho tiempo…”.

Reparto

Frank-N-Furter: Gabriel Orozco; Janet Weiss: Desireé Solís; Brad Majors: Teo Flores; Magenta: Karminia Pérez, Susi Estrada; Columbia: Abril Góngora Riff Raff: Yulliana Vargas; Rocky: Tony Baeza; Eddie: Juan Carlos Hernández; Criminalista: Amilcar Barrera; Bocas: Jessica Cerecedo y Annel Sacramento.

Transilvanos: Carolina Canul, Saraí Cantoaurora Moreno, Anaii Cisneros, Graciela Ruiz, Berenice Pérez, Carlos Farfán, Carlos Tenoch, Adrián Manzanero y Luis Solé.

Músicos: Emilio Milán, guitarra y coros; Javier Alcalá, bajo y coros; Alejandro Palma, teclados y efectos; Francisco Godoy, batería. Producción y asistente de dirección: Hortencia Sánchez; coreografía: Oswaldo Ferrer; asesoría en escenografía e iluminación: Manuel Araiza, y dirección: Francisco Solís.

Para los que gusten acompañarnos a este cierre de temporada, la función será el viernes 16 de noviembre, a las 20:00 horas, en el teatro Daniel Ayala. Los boletos en preventa cuestan $150, el día de la función $200. Para mayores informes consulten la página de Facebook de El show de terror de Rocky Mérida.

Ha llegado el tiempo de despedirse del placer absoluto. Hasta siempre compañeros, amigos, público de El show de terror de Rocky.

¡No sueñen, vivan!

ritualteatro@hotmail.com