Cultura

Ecos de mi tierra

Luis Carlos Coto Mederos

Luis Gómez

IX

822

Las flores de tu olvido

Mujer, los años me acosan,

me maltratan y me hieren

y mis ilusiones mueren

como lo demás… reposan.

Los vendavales destrozan

mis alas de halcón perdido

y ahora enfermo y abatido

exclamo en hondo pesar

¡qué triste luce mi hogar

con las flores de tu olvido!

Estoy por los desengaños

frente al dolor y la duda

igual que una estatua muda

en el parque de los años.

Combatiendo los engaños

mi vida se ha consumido.

Con el corazón herido

soporto el empuje recio

en la sombra del desprecio

y las flores de tu olvido.

Entre ceniza y carbones

la esperanza se quemó

y un infarto me robó

el aire de los pulmones.

Por las duras afecciones

hasta la voz he perdido,

mi pelo se ha desteñido

y con la frente arrugada

me sorprende la alborada

con las flores de tu olvido.

Dolor, miseria y desvelo

es cuanto tengo a mi lado

después que tanto he llorado

sobre mi blanco pañuelo.

La luz torrencial del cielo

para siempre se ha perdido

y de quejido en quejido

como un perro vagabundo

voy atravesando el mundo

con las flores de tu olvido.

823

Imposible

Si ya todo ha terminado

¿por qué insistes en volver?

Deja en el cauce correr

esas aguas del pasado.

No pretendas a mi lado

hallar un amor sensible,

porque sería inconcebible

realizar un sueño incierto

buscando amor en un muerto

que es una cosa imposible.

No pretendas revivir

lo que ya no resucita,

cuando una flor se marchita

tiende en silencio a morir.

No me vayas a decir

que lloras por mi presencia,

deja en calma mi existencia

que tú misma has destrozado,

que me duele en un costado

la cicatriz de tu ausencia.

Desiste, no vuelvas más

al rincón de mis amores

que ya están muertas las flores

de tu cariño, quizás.

No me recuerdes jamás

ese amor incomparable

mas, si tú fuiste culpable,

confórmate en la agonía,

que entre tu vida y la mía

hay un abismo insondable.

No busques en la ceniza

lo que el fuego destruyó

que la herida que dejó

tu puñal, no cicatriza.

Si el pasado simboliza

silencio, olvido y tormento

será en vano el juramento

que has inventado, cobarde,

porque es demasiado tarde

para tu arrepentimiento.

824

Soledad

Soledad, distancia muda

silencio largo, desierto

solemne quietud de muerto

donde radica la duda.

Guarida donde se escuda

el olvido y la agonía

que taciturna y sombría

eres a mi alrededor

cementerio del amor

para la tristeza mía.

Soledad, cruel desencanto,

deshabitado país,

cofre del pañuelo gris

con que se enjuga mi llanto.

Contigo he vivido tanto

con el alma entristecida,

igual que la garza herida

que sangra con ansiedad,

que si no es en soledad

me es imposible la vida.

Soledad, dónde yo estoy,

pésima es la que tengo,

que no sé de dónde vengo

y no se ni adónde voy…

Como un ermitaño soy

bajo rojas lunas llenas

y entre las sombras morenas

sin murmullos ni coloquios

entablo los soliloquios

con los duendes de mis penas.

Soledad, sorda, remota,

deshabitado sendero

donde ni del aguacero

se siente sonar la gota.

Aquí no salta ni brota

el manantial en su lucha

y como la angustia es mucha

vivo en este panorama

a donde nadie me llama

y donde nadie me escucha.