Por Marina MenéndezFotos: Lisbet GoenagaEspecial para POR ESTO!
LA HABANA.— LA consecución del proyecto cubano exige que sigamos siendo nosotros mismos y potenciar la identidad y la espiritualidad así como también, para conseguirlo, resulta imprescindible que la economía no sólo resista los embates del recrudecimiento del bloqueo implementado por Donald Trump, sino que se desarrolle.
La necesidad de la cultura para salvarnos ante “la avalancha globalizadora (…) que busca empobrecer el pensamiento emancipador” ha sido punto cardinal del Estado cubano bajo la mirada de Fidel, y volvió a ser ratificada por el Presidente Miguel Díaz-Canel durante su discurso de cierre del XI Congreso de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
El pensamiento expresado por el Jefe de Estado y de Gobierno no estuvo atado a esquematismos, y en su abordaje de las preocupaciones medulares volvió a demostrar que conduce al país con los oídos y los pies pegados a la tierra.
El meollo de sus planteos estuvo en su llamado a desarrollar una política cultural coherente y a fortalecerla, pero también a darle el contenido que los tiempos actuales exigen.
En tal sentido volvió a llamar a que se ofrezca lo mejor de nuestra cultura al turismo. “Hoy la cultura tributa mucho menos de lo que podría si los turistas salieran de los hoteles a consumir servicios, no sólo culturales, pero sobre todo, culturales”, dijo.
También criticó a las instituciones que se quedan “detrás de los creadores”, y señaló que el burocratismo y la falta de creatividad ahogan la creación. “Las instituciones se han creado para los creadores, no a la inversa”.
En ese rumbo, Díaz-Canel también exhortó a difundir y exportar la obra de quienes trabajan en Cuba y preguntó por qué, en cambio, “promovemos lo que el mercado ya dirigió y nos devuelve envuelto en reglas”.
Y criticó a las empresas que cobran a los creadores y, sin embargo, incumplen su función de representarlos, así como fustigó que se coloque al mercado por encima de la cultura. O que se ofrezca a los turistas “cultura enlatada”.
Díaz-Canel se pronunció por la autenticidad y la libertad de creación, pero también advirtió que “la Revolución ha resistido 60 años y no va a dejar sus espacios institucionales a quienes sirven a sus enemigos”.
Como en los tiempos en que Fidel pronunció sus “Palabras a los Intelectuales” —el discurso célebre que trazó las líneas de la política cultural cubana— la Revolución defiende el derecho a su existencia, que es la existencia de sus creadores y de su pueblo, señaló.
Impulsar el desarrollo económico
El discurso de la UNEAC, considerado por analistas del patio como trascendental, tuvo lugar pocos días después de las medidas económicas anunciadas por el Consejo de Ministros, y mostró la coherencia imprescindible en el sustrato de ambos.
Mantener nuestras esencias culturales es vital para la salvaguarda del país y puede contribuir, sin hacer concesiones al mercado, a la economía, como quedó expresado en el reconocimiento de Díaz-Canel a lo que pueden aportar, en tal sentido, las industrias culturales. Salvaguardar la cultura es tan vital a Cuba para mantener su emancipación, como crucial es para ello el desarrollo económico.
Hacia tal propósito está dirigido el paquete de medidas de marras que trascienden el aumento de sueldos para los trabajadores del sector presupuestado así como de las pensiones, si bien esa constituye una medida de justicia hacia quienes se han mantenido fieles a sus labores a pesar de los bajos ingresos, sin “emigrar” al cuentapropismo o a plazas en el sector del turismo, donde los ingresos habitualmente son mejores.
Pero las nuevas decisiones, que entrarán en vigor en agosto, significan más que eso.
La casi triplicación, en muchos casos, de los sueldos, no sólo busca pagar al que trabaja de modo más acorde con su esfuerzo, sino estimular a que lo siga haciendo.
Nadie podría desconocer que se trata también de un paso en el reiterado propósito de aumentar la productividad e importar menos, al tiempo que se buscan absolutamente todos los nichos posibles para incrementar las exportaciones y se habla para todo ello, cada vez más, del necesario encadenamiento productivo.
Por ello no ha quedado olvidado el sector empresarial, cuyo sistema de pago será perfeccionado a partir de 2020, manteniendo la decisión adoptada desde 2014 de vincular su sueldo a los resultados productivos, con lo cual los ingresos del sector ascendieron a más de 800 pesos.
Ahora se ha decidido dar al director de la empresa, la facultad de aprobar los sistemas de pago, priorizando, siempre que sea posible, el pago a destajo.
Como dijo en su momento el ministro de Economía, Alejandro Gil, las medidas “están enfocadas a dar una mayor respuesta a las necesidades de la población y de la economía, incentivando la activa participación de todos los actores en la búsqueda de soluciones y en el enfrentamiento al cerco económico que nos impone el Gobierno de los Estados Unidos”.
Según se ha anunciado, en próximos días se harán públicas más precisiones.
La estrategia se basa en el máximo aprovechamiento de las capacidades internas y del potencial humano conque cuenta el país.
Otras medidas son el establecimiento de un sistema de relaciones entre las empresas estatales y la Zona Especial de Desarrollo Mariel que permita que las empresas que participan en esos negocios retengan el 50% de la divisa proveniente de las operaciones mercantiles con otras entidades, según comentó el propio Díaz-Canel en reciente recorrido por Pinar del Río.
Garantizar una circulación minorista que evite inflación mediante una mayor posibilidad de acceder a bienes y servicios y velar porque no exista subida de precios ni en el sector estatal ni en el cuentapropista serán pasos que coadyuvarán a la implementación de la estrategia, que apenas se empieza a materializar y conllevará en el futuro otros pasos como una reforma salarial.
Se ha anunciado que en próximos días se darán a conocer más detalles.