Juegan las negras y entablan
Inmovilizado en una esquina del tablero y acechado por la dama rival, el soberano de ébano parece sentenciado a muerte en este pasaje del duelo Portisch-Lengyel, 1964, pero una maniobra inesperada le permite rescatar el empate. Tenga en cuenta que en ajedrez muchas veces respira hondo el que se ahoga, o sea que no puede mover, pero no está en jaque, lo que equivale a la división del punto.