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Orgulloso de ser fiera

Juan Diego Casanova Medina

Un gran compromiso y un reto dirigir a los Leones de Yucatán representan para Luis Carlos Rivera estar al frente del equipo melenudo en la próxima temporada de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) y se dijo “listo y preparado para empezar esta nueva aventura”.

Originario del norteño estado de Chihuahua, Luis Carlos Rivera dijo estar contento por esta oportunidad que no dejó pasar cuando le presentó la directiva de las fieras formar parte del proyecto de los Leones de Yucatán.

“Pertenecer a una organización de primer nivel como los Leones es un orgullo dentro de mi carrera que apenas empieza en el béisbol mexicano”, afirmó.

Aseguró que desde el primer momento que la directiva le planteó la posibilidad de encabezar el cuerpo técnico del equipo yucateco, no lo dudó ni un instante porque sabe que estará en una organización de calidad.

David “El Chile” Cortés, director deportivo de las fieras, estuvo a cargo de las negociaciones para llevarlo a la cueva melenuda, y de inmediato, indicó, se concretó el acuerdo.

Ese acercamiento se originó desde el momento en que los cuatro equipos, entre ellos, los Bravos de León, pidieron su año “sabático” y no jugarían en la temporada de 2019.

Además, mencionó que conoce a David Cortés porque ambos jugaron en Estados Unidos y al calor de esa relación deportiva, se abrieron las puertas para aceptar dirigir a los Leones de Yucatán.

Luis Carlos Rivera se comprometió a mantener el protagonismo que ha caracterizado a los Reyes de la Selva en las últimas cinco temporadas en las que han terminado en el liderato de la Zona Sur.

Está consciente que llega a un equipo triunfador y por lo tanto luchará durante los nueve innings que duren los partidos en mantener una dinámica ganadora y hará valer la condición de los Leones de Yucatán de ser el rival que todos quieren doblegar.

Del estilo que será el sello del conjunto melenudo, el estratega de 40 años, uno de los más jóvenes en el circuito de la pelota mexicana, destacó la garra, la pasión, el coraje, pero sobre todo el hambre de triunfo que inculcará en el equipo.

No llegará a imponer, subrayó, sino a motivar a los jugadores para que corran a su máxima capacidad en cada batazo, que los pitchers entreguen el alma en cada lanzamiento, en cada jugada que desarrolle para mantener preocupado al rival y su equipo se mantenga ocupado en producir carreras.

En esas condiciones, afirmó, el equipo se beneficiará con el escenario favorable que presenta el Parque Kukulcán Alamo, un escenario donde no viaja la pelota y es ideal para el lucimiento de los lanzadores.

Para la fiel afición de los Leones de Yucatán, ofreció que su equipo luchará de principio a fin para que pueda saborear otro campeonato porque “se merece lo mejor”.

El conjunto melenudo es el segundo equipo que dirige Luis Carlos Rivera, quien estuvo al frente de los Bravos de León en la segunda mitad de la temporada de 2017, se mantuvo con el equipo del Bajío en el 2018 y en la de 2019 rugirá con las fieras.

Consideró que ser un piloto joven lo beneficia de alguna manera, porque siempre cuando trata con muchachos que están jugando, con jóvenes, se identifican todavía un poco más y lo pueden ver como amigo sin cruzar esa línea del respeto entre el mánager y jugador.

“Siempre sí ayuda bastante”, afirmó.