Por Martín Chi
Poco a poco los Tigres de Quintana Roo se ha desarmado de los jugadores insignia de la franquicia, en esta ocasión la directiva encabezada por la familia Valenzuela Burgos anunció que el espectacular y emblemático segunda base, Carlos Alberto “Chispa” Gastelum ya no formará parte del equipo para la próxima Temporada 2019 de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
En un comunicado de prensa, el club felino informó que en respeto mutuo y un común arreglo entre ambas partes, la "Chispa" deja a los Tigres de Quintana Roo tras 17 años de carrera profesional en la organización para volver a vestirse con el uniforme del equipo de los Pericos de Puebla.
“En el deporte como en la vida todo tiene un ciclo y este sábado la directiva de los Tigres de Quintana Roo informa que en común acuerdo con el jugador y en muy buenos términos con la opción de regresar para el 2020, Carlos Alberto Gastelum jugará la temporada próxima con los Pericos de Puebla”, señala a la letra.
El sonorense debutó precisamente con los emplumados en el 2002, pero ese mismo año llegó a los Tigres de la Angelópolis, para después hacer la mudanza a Quintana Roo el 2007, donde terminó de convertirse en un emblema felino.
Cuatro campeonatos en su haber, distintos récords individuales, guantes de oro y lances inolvidables, además de numerosos juegos de estrellas, son el legado en la organización del originario de Huatabampo.
Hoy es día de dar paso en la segunda base del equipo a la juventud de la organización como Angel Erro y también ceder su lugar al Jugador Más Valioso de la Liga Mexicana del Pacífico, José Manuel "Manny" Rodríguez.
“La familia Valenzuela Burgos y toda la organización de los Tigres de Quintana Roo, agradecen la entrega y profesionalismo durante los 17 años de Carlos Gastelum en el equipo y le desea el mayor de los éxitos en su futuro inmediato, dejando las puertas abiertas para algún día tener la posibilidad de ser coach de nuestros bengalíes”, concluye.
Sin embargo, la directiva y el jugador traían ciertos problemas desde hace algunos años, puesto que de buenas a primeras en la Temporada 2017, Carlos Alberto Gastélum, considerado el mejor segunda base mexicano en los últimos años, no sólo por el talento natural para jugar esa posición sino por lo que representa para la organización, decidió separarse del equipo para tomar un descanso por un supuesto agotamiento físico.
Después de unos días de recuperación, la “Chispa” regresó al equipo, apreció de nuevo sobre el diamante, en un acto que sólo demostró la mala relación que prevalecía entre la directiva y el jugador que en su momento también alcanzó el vestidor del equipo de bengala.
En su primera temporada al frente de la organización en el 2017, la familia Valenzuela se deshizo de varios jugadores importantes de la talla de Esteban “Pony” Quiroz quien fue adquirido por los Red Sox de Boston.
Asimismo se deshizo del cuarto bate Jorge “Chato” Vázquez, quien antes del arranque de aquella campaña pasó a las filas de los Diablos Rojos del México en donde decidió retirarse del beisbol profesional debido a sus lesiones.
Para esas fechas, también se dio la salida del tercera base Alfredo “Fello” Amezaga que pasó al roster de los Toros de Tijuana y la del pitcher Wilmer Ríos, quien se enroló a las filas de los Acereros del Norte para la Temporada 2018.
La ausencia de jugadores importantes en el roster del equipo, han quedado de manifiesto casi de inmediato ante la falta de resultados positivos que han alejado a la afición del estadio.
La salida de la “Chispa” Gastelum de la organización ha levantado indignación y tristeza en la afición fiel seguidora del club, ya que es el último jugador que les recordaba que alguna vez los Tigres capitalinos existieron a pesar de que debutó en Puebla.