Todo mundo sabe que David, con sólo una honda y una piedra, venció al gigante Goliat, quien iba armado con una lanza y una espada. Lo que no muchos sabe es que, según narraciones bíblicas, el soldado filisteo medía nada menos que 2.90 metros de altura y tan sólo su cota de malla pesaba 57 kilogramos. Su espada, con la que su vencedor le cortó la cabeza, tenía una hoja de hierro de 6.7 kilogramos.
Sirva este texto de preludio para comprender a carta cabal la situación en el tablero. El rey blanco, inmovilizado en su primera fila, cuenta nada más con su torre, que vale cinco puntos, ara frenar al monarca rival y a su atemorizante dama, cuyo valor es de 9 puntos. Casi todos los principiantes y no pocos jugadores intermedios se sorprenderán cuando vean cómo el ejército blanco fuerza el empate.