Deportes

Un paso para adelante, dos pasos para atrás

Jorge Canto Alcocer

 

En 1903, el genial Vladimir Lenin escribió un célebre ensayo con el mismo título con que encabezamos esta colaboración. El líder de los bolcheviques realizó en este escrito un extraordinario diagnóstico de la situación de la izquierda rusa de aquellos tiempos, enferma –un mal crónico de esta ideología, que profesamos con calor- de sectarismo, en el que cada grupo “jalaba” por su lado, limitando así sus posibilidades de éxito. Nos congratulamos en tener entre nuestros lectores a personas de todo el espectro político, por lo que no acostumbramos entrar en discusiones ideológicas, pero la situación de Leones 2019 es tan parecida a la de la izquierda rusa de principios del siglo XX, que no resistimos la tentación de recordar este texto que leímos en nuestras mocedades, hace ya varios campeonatos.

Pues bien, tras la fantástica semana en la cual los nuestros bombardearon a Oaxaca y a Puebla, la cuerda se terminó, y Leones tuvo que “venir de atrás” para terminar apenas tablas en casa. La explicación parece sencilla: en un parque donde la pelota no viaja y donde el pitcheo luce, los melenudos tienen las de perder, básicamente por la inconsistencia del relevo, que además de ser deficiente ha sido mal manejado a todo lo largo de la temporada. Así, pese a que tanto Negrín como Samayoa repitieron color con un total de tres señoras actuaciones en el montículo, al final los selváticos sólo alzaron el brazo en uno de esos juegos. César Valdez, menos espectacular pero más efectivo que sus compañeros, acumuló su séptimo éxito, mientras que Jesse Estrada sí confirmó su buen momento, lanzando impecable pelota contra los campeones Sultanes de Monterrey, en el juego en que los nuestros lograron el de la honra, único éxito en los seis compromisos del año frente a los regios.

Se dio, y no, el debut de Miguel Peña como quinto abridor. Fue anunciado, calentó, listo estaba para recibir a sus excompañeros de los Toros de Tijuana en el juego del viernes, pero un extrañísimo error evitó que se consumara el hecho: enlistado con el número 12, en realidad lucía el 5 en la espalda, lo que, detectado por el alto mando astado, motivó su inmediata expulsión. Aquel juego terminó en paliza para los de casa, y seguramente en virulenta llamada de atención al responsable de tamaño desaguisado. Es probable que vuelva a abrir en la ciudad fronteriza, escenario de muchos de sus éxitos, pero también de sus más recientes y explosivos fracasos. Ya veremos y juzgaremos.

Entre las novedades de la semana estuvo la presentación del norteamericano Rico Noel, quien mostró algo de la velocidad, contacto y entrega que de él se espera. También llegó a su fin la sorprendente racha bateadora de Héctor Hernández, un veterano infielder que le está pegando para .400, cuando su promedio ordinario siempre rondó los .250. Durante su racha ligó un total de 23 partidos consecutivos dando de jit, y quedar a sólo uno de la marca del club, del histórico Teolindo Acosta. Para la ofensiva fue un período más bien discreto, con los aporreadores teniendo un importante bajón, aunque hay que destacar el bateo oportuno de Juárez, Asencio y Aguilar.

Pese a las inconsistencias, Leones se mantiene en el cuarto lugar, aunque apretados por unos Bravos que tomaron un segundo aire. Todo parece indicar que es la única lid que queda, a quince partidos del final de la primera vuelta, pues Oaxaca, Diablos y Puebla quedan a muy respetable distancia y, más abajo, Tigres, Olmecas y Piratas están muy rezagados. Esta semana los nuestros tienen un desplazamiento atípico: están ya en Tijuana, para continuar enfrentando a los Toros, que son sublíderes del Norte, para luego devorar casi 4 mil kilómetros y protagonizar, en la serie de fin de semana, el clásico peninsular contra los Piratas campechanos. Si las cosas siguen como hasta ahora, de cal y de arena, el modesto objetivo de mantener el cuarto lugar parece plausible, algo bastante menor para la jerarquía melenuda.