
Una historia cinematográfica se desarrolla en las instalaciones de Ciudad Universitaria. Dieciséis años después de protagonizar uno de los momentos más dramáticos del futbol de selecciones, Efraín Juárez y Keylor Navas vuelven a cruzar sus caminos, pero esta vez como aliados en un mismo proyecto: devolver el protagonismo a Pumas en la Liga MX.
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El verano que cambió dos destinos
Durante el verano de 2009, el emblemático Soldier Field de Chicago fue testigo de una semifinal épica entre las selecciones de México y Costa Rica por la Copa Oro. El encuentro, que terminó empatado 1-1 en tiempo reglamentario, requirió la definición desde los once pasos para determinar al finalista del torneo continental.
En aquel momento histórico, dos jóvenes promesas del futbol centroamericano se enfrentaron en un duelo generacional: el defensor mexicano Efraín Juárez, de apenas 20 años, y el arquero costarricense Keylor Navas, de 22 años. Ninguno imaginaba que sus carreras quedarían entrelaznadas para siempre por los eventos de esa noche.
Drama y emoción en tiempo agregado
El partido parecía decidido a favor del Tri cuando Guillermo Franco anotó al minuto 88, pero el futbol demostró una vez más su naturaleza impredecible. Costa Rica logró el empate agónico al 90+3 gracias a un tanto de Froylán Ledezma, forzando la definición desde el punto penal.
El momento decisivo: penal histórico
Durante la tanda de penales, ambos equipos comenzaron acertando con precisión. Por México marcaron Franco, Giovani Dos Santos y Gerardo Torrado; por los ticos, Álvaro Saborío y Celso Borges. Sin embargo, el tercer cobro costarricense falló, abriendo una ventana de oportunidad para que México tomara ventaja decisiva.
Fue entonces cuando Efraín Juárez, portando el dorsal 22, caminó hacia el área de penales con la responsabilidad de acercar a México a la final. Frente a él, Keylor Navas intentaba desconcentrarlo con movimientos sobre la línea de gol, empleando tácticas psicológicas tradicionales en estos duelos.
Juárez, mostrando una frialdad excepcional, jamás dirigió la mirada hacia el arquero tico. Esperó pacientemente el silbatazo arbitral y ejecutó un remate con la pierna derecha, cruzando su disparo hacia el costado derecho del arco. Navas se lanzó en dirección contraria, sellando el cuarto gol mexicano en una tanda que terminó 5-3 y otorgó el pase a la final al Tri.
Aquel penal definitorio no solo aseguró el avance mexicano, sino que marcó un punto de inflexión en las carreras de ambos protagonistas. Juárez se consolidó como titular en la selección nacional y emigró a Europa poco tiempo después, iniciando una carrera internacional que lo llevaría a ligas de primer nivel.
Por su parte, Navas comenzaba su ascenso en el futbol español, dando los primeros pasos de lo que se convertiría en una trayectoria meteórica hacia la élite del balompié mundial, conquistando títulos en el Real Madrid y estableciéndose como uno de los porteros más respetados del planeta.
Reencuentro del Destino en Ciudad Universitaria
Dieciséis años después, el destino futbolístico ha querido reunir a estos dos protagonistas históricos, pero ahora del mismo lado de la cancha. Efraín Juárez se desempeña actualmente como director técnico del Club Universidad Nacional, mientras que Keylor Navas, tras una carrera plagada de éxitos en Europa y un breve paso por Argentina, ha sido confirmado oficialmente como el nuevo portero de Pumas para el torneo Apertura 2025.