La muerte del diseñador mexicano Héctor Terrones, ocurrida el pasado 1 de noviembre a causa de un infarto fulminante, ha tomado un giro inesperado luego de que su equipo legal revelara detalles sobre los temores que el creativo expresó en sus últimos días de vida. Terrones, de 58 años, vivía en una casa de descanso debido a problemas de salud y buscaba limpiar su nombre ante supuestas acusaciones de abuso que circulaban en medios.
De acuerdo con Héctor Pérez Rivera, abogado del diseñador, Terrones recurrió a él tras enterarse de que presuntos policías intentaron detenerlo en octubre, alegando una orden de aprehensión por un delito sexual. Según el litigante, familiares del diseñador habrían pagado para evitar la detención. Sin embargo, tras promover un juicio de amparo, el equipo legal confirmó que ni la Fiscalía ni tribunales de la Ciudad de México ordenaron su captura.
Pérez Rivera aseguró que Terrones no solo temía ser víctima de una detención irregular, sino también sufrir afectaciones por parte de personas de su círculo familiar. El abogado explicó que cuenta con registros de conversaciones donde el diseñador mencionaba sentirse intimidado y presionado por familiares que intentaban desprestigiarlo e incluso aislarlo.
El litigante detalló que, antes de su muerte, Terrones denunció que alguien de su familia intentó hacerle firmar un documento con el que cedía derechos sobre algunos de sus bienes, supuestamente a cambio de protección ante las acusaciones. El diseñador se negó al considerar que no había cometido ninguna falta y buscó asesoría legal para resolver todo por la vía formal.