Internacional

Cubanos viajan más y emigran menos

LA HABANA, Cuba, 21 de octubre (Pelayo Terry Cuervo, exclusivo para POR ESTO!).- Uno de los temas con respecto a Cuba que más cuestionamiento ha recibido en los últimos 60 años ha sido, sin duda, todo lo relacionado con los asuntos migratorios y las restricciones para los residentes en la mayor isla de las Antillas de viajar hacia cualquier lugar del mundo.

En el año 2013, las autoridades antillanas decidieron, a tenor con los tiempos que corrían y como parte de todo un proceso de reordenamiento que implicó la eliminación de trabas y prohibiciones absurdas en otras esferas de la vida económica y social, actualizar la Ley Migratoria, a partir de la cual, medidas irracionales que impedían a un nacional cubano viajar a otros países, si no era mediante cartas de invitación u otros tantos inventos, volaron en pedazos, dando entrada a criterios más realistas y menos restrictivos para salir y entrar al archipiélago.

Han pasado ya más de cinco años desde aquel momento, recibido con muchas expectativas por la mayor parte de la ciudadanía, que en reiteradas ocasiones había manifestado su inconformidad con lo que se aplicaba en esa materia, como en otras tantas cosas.

Y el paso de los años ha dado la razón. La política aplicada ha tenido efectos más que positivos en un campo bien complicado no solo aquí, sino en muchos otros lugares, donde cuestiones vinculadas a entradas y salidas a los países se convierten en asuntos de seguridad nacional.

Ahora mismo, lo que está sucediendo en la frontera sur de México, con la caravana de hondureños queriendo pasar por ese territorio rumbo a Estados Unidos, es otra muestra fehaciente de las complejidades que el tema migratorio, desde todas sus aristas, trae para muchas naciones.

Pero volviendo al caso de Cuba, una aseveración hecha el sábado último por un alto funcionario de la diplomacia antillana reveló, con todas las letras, el efecto que ha tenido la Ley Migratoria, y cómo, ante tanta campaña que en su momento auguró una Cuba vacía luego de la aprobación y la libertad de viajar para todos, se ha producido el efecto contrario.

“En la actualidad los cubanos viajamos de manera creciente y no emigramos de manera masiva”, afirmó categóricamente el máximo responsable de atender en la cancillería local el tema de los cubanos residentes en el exterior.

Ernesto Soberón Guzmán igualmente ofreció datos reveladores del comportamiento de este fenómeno, que durante muchos años estuvo transversalizado por la ya descontinuada política de pies secos-pies mojados, mantenida por Estados Unidos durante mucho tiempo, y que fue removida en su implementación, no así la Ley de Ajuste Cubano y sus consecuencias colaterales.

Algunos números permiten entender el desarrollo de lo acontecido. Por ejemplo, luego de más de 5 años de aplicación de la nueva Ley Migratoria se mantiene el incremento de salidas del país de nacionales con pasaporte corriente (azul). En este periodo se realizaron 2 millones 674 mil 676 viajes por parte de cubanos al exterior, a la par que se reporta un incremento sostenido en la entrada de cubanos residentes en ultramar.

Otro dato: Desde el 14 de enero del 2013, día en que publicó la nueva Ley Migratoria, hasta el 14 de enero del actual año, se registraron 2 millones 080 mil 043 entradas. A ello hay que sumar que ha habido una estabilidad, sostenida, de la solicitud de repatriación de emigrados cubanos, registrándose 40 mil 603 desde la actualización de la política migratoria.

No quiere esto decir que no existan quienes viajan y deciden no retornar. Ese es un fenómeno que ha marcado por mucho tiempo el tema migratorio en el país, cuyas causas son tan diversas como las personas que toman la decisión, pero conocer que hoy es infinitamente superior la cantidad de ciudadanos cubanos que viajan a los países que decidan y puedan hacerlo, y luego vuelven según lo determinan las regulaciones, son señales que no pueden ser desconocidas.

La prohibición durante mucho tiempo lo que trajo fue la búsqueda de vías de escape, muchas o casi todas al margen de lo establecido. La autorización ha permitido un ordenamiento necesario, la legalidad de cada acto y que la posibilidad de viajar al exterior por parte de los cubanos sea el acto más natural del mundo, mientras tengan las condiciones económicas y se cumplan con los requisitos que establece la ley.