ROMA, Italia, 4 de diciembre (EFE/AP).- El Papa Francisco instó hoy a todos a colaborar para ayudar a llevar la paz en el mundo comenzando por el trabajo, el barrio y la escuela y a este propósito pidió que se pregunte a los hijos si cometen “bulling” (acoso escolar) o tratan de hacer la paz con los niños más débiles o que no les gustan.
“También preguntemos a los niños: “¿Qué haces en la escuela? Cuando hay un compañero, una compañera que no te gusta, que es un poco odioso o es débil, ¿Le haces ‘bulling’ o haces la paz?”, dijo Francisco en su homilía cotidiana en su residencia, Casa Santa Marta.
Francisco afirmó que se necesitan “constructores de la paz” sobre todo en “este tiempo de Adviento, de preparación a la venida del Señor que es el Príncipe de la paz” y que se puede empezar por “en el barrio, en la escuela, en el lugar de trabajo.
Jorge Bergoglio también invitó a construir la paz desde la familia porque “hay tantas tristezas en las familias, tantas luchas, tantas pequeñas guerras, tanta desunión a veces”.
Exhortó a preguntarse “si la propia familia está en paz o en guerra, si uno está contra el otro, si hay desunión, si hay puentes o murallas que nos separan”.
En este tiempo de Adviento, que precede la Navidad, para Francisco “debe ser aquella que “pacifica”, vivir con la paz en nuestra alma, en la familia y en el barrio”.
“Y cada vez que nosotros vemos que existe la posibilidad de una pequeña guerra, tanto en casa como en mi corazón, en la escuela o en el trabajo, tratar de hacer la paz. Jamás, jamás herir al otro. Jamás”, señaló.
Para no herir a los demás, Francisco aconsejó “no hablar mal de los demás, no tirar el primer cañonazo. Si todos nosotros hiciéramos sólo esto - no hablar de los demás - la paz avanzaría más”.
Acusador del Papa acusa a su propio hermano
El nuncio apostólico retirado que remeció a la Santa Sede con acusaciones de encubrimiento de abusos sexuales ofrece ahora su versión de la historia en otro escándalo: una pelea familiar en torno a una herencia multimillonaria.
El arzobispo Carlo Maria Viganó está tratando de explicar un fallo judicial italiano que obliga a pagarle 1,8 millones de euros a su hermano, también sacerdote. La sentencia judicial apareció en las primeras planas dado que Viganó, en una actitud sin precedentes, exhortó al papa Francisco a renunciar por no haber sabido, según él, afrontar los abusos sexuales cometidos por curas.
Viganó dijo en un comunicado el lunes que su hermano había solicitado 40 millones de euros de su herencia compartida, pero que una serie de 10 casos civiles, penales y administrativos habían fallado en su contra. Viganó acusó a su hermano de someterlo a un “asedio judicial y una verdadera campaña de difamación en la prensa”.