LA HABANA, Cuba, 7 de diciembre (REUTERS/EFE).- El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, dijo el viernes que las modificaciones a las políticas para el sector privado no son señales de debilidad, sino una demostración de que el Gobierno escucha las críticas de la gente.
El Gobierno cubano flexibilizó esta semana las restricciones al incipiente sector privado y prometió revisar las normas que se incluyen en un decreto destinado a la esfera de la cultura, cuyos artistas han manifestado preocupaciones.
Las modificaciones eliminan dos de las restricciones más criticadas en un paquete lanzado en julio. Se eliminan el límite de 50 asientos para los restaurantes y además se permitirá que empresarios puedan manejar más de una licencia comercial por persona, operando varios negocios.
Los trabajadores privados en Cuba, que representan el 13 por ciento del total, criticaron al Gobierno por hacer grandes cambios a última hora. Muchos restaurantes recortaron su capacidad y despedieron a parte de su personal. Pero aun así, celebraron la flexibilización.
El Gobierno dijo el jueves que estaba consultando a los artistas sobre regulaciones que acompañan un polémico decreto sobre la cultura, un sector donde un grupo de artistas ha expresado preocupación de que podría aumentar la censura.
Decisión polémica
El Gobierno cubano está redactando una normativa complementaria al controvertido Decreto 349 con la que espera responder “a las preocupaciones de los creadores y los artistas”, que temen que esas regulaciones se utilicen como herramienta de censura.
“La norma complementaria responderá a las preocupaciones de los creadores y los artistas”, afirmó hoy en un programa de la televisión estatal el viceministro cubano de Cultura, Fernando Rojas, quien insistió en que el 349 “no es un decreto contra la libertad de creación”, que está “consagrada en la Constitución”.
Rojas no especificó en qué consistirá la normativa complementaria, si revocará alguno de los contenidos más polémicos del Decreto ni si la preparación de esas normas anexas implica que el 349 no entrará en vigor mañana viernes como estaba previsto.
Numerosos artistas han mostrado en los últimos meses su preocupación por este decreto y algunos de ellos trataron esta semana de llevar a cabo protestas pacíficas ante la sede del Ministerio de Cultura y acabaron detenidos, aunque ya han sido liberados.
Entre los reproches más repetidos por los creadores, además de la potencial censura, está el que el Gobierno no les haya consultado a la hora de desarrollar la normativa que regirá su sector.
Pero según el viceministro sí que ha existido debate y más de cincuenta reuniones con “centenares” de artistas y escritores agrupados en las oficialistas Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y Asociación Hermanos Saíz (AHS).
El punto más polémico del Decreto 349 es el que obliga a que los artistas estén adscritos a una institución cultural del Estado, a la que deben solicitar permiso expreso para poder actuar, exponer y comercializar su trabajo.
Esta inusual rectificación se interpreta como un gesto de apertura del otrora inflexible Ejecutivo cubano, presidido desde abril por el ingeniero de 58 años Miguel Díaz-Canel, primer líder nacido tras la Revolución de 1959 y que brinda ocasionalmente guiños progresistas frente a la aún influyente vieja guardia del Partido Comunista.