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Amenazado de 'impeachment”, Trump, desata su furia

WASHINGTON, EE.UU., 2 de octubre (AFP/EFE/REUTERS).- Bajo amenaza de juicio político, el presidente estadounidense, Donald Trump, desató el miércoles su furia contra Joe Biden, su posible rival en las elecciones de 2020, contra los medios de comunicación que describió como “corruptos” y contra legisladores a los que acusó de “traición”.

Muy agresivo, Trump ha eludido en gran medida responder sobre el caso, que eventualmente podría terminar en su destitución: un presunto pedido, hecho por teléfono, al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, para investigar al ex vicepresidente Biden y a su hijo, Hunter.

“Fue una conversación magnífica”, subrayó Trump sobre el diálogo mantenido semanas atrás, al ser preguntado sobre el tema en una conferencia de prensa conjunta en la Casa Blanca con su homólogo finlandés Sauli Niinisto, quien por momentos parecía incómodo junto al furibundo presidente de la principal potencia mundial.

“Respeto mucho a los denunciantes, pero solo cuando son reales”, agregó, refiriéndose a la persona, cuya identidad sigue siendo un misterio, que dio origen a la investigación lanzada por la Cámara de Representantes el 24 de septiembre que podría dar luz a un procedimiento de destitución.

“Biden y su hijo son unos verdaderos delincuentes”, sentenció Trump.

Amenazan legisladores

Decididos a mantener la presión, los demócratas del Congreso amenazaron el miércoles con obligar a la Casa Blanca a proporcionarles los documentos que exigen. Los legisladores dijeron que enviarán formalmente una orden al Ejecutivo para entregar estos documentos el viernes, si no cumple voluntariamente.

“No estamos bromeando aquí, no queremos que se prolongue durante meses y meses, ya que esta parece ser la estrategia del gobierno”, advirtió Adam Schiff, que preside el poderoso Comité de Inteligencia de la Cámara baja.

En respuesta, el Trump aumentó el tono de sus diatribas, luego de citar el domingo a un pastor bautista que habló de los riesgos de la “guerra civil”, de sugerir el lunes que Schiff sea arrestado por “traición” y de denunciar el martes un “golpe de Estado” orquestado en su contra.

El procedimiento del ‘impeachment’, raro en la historia de Estados Unidos, sacude la campaña electoral para las presidenciales de noviembre de 2020, en las que Trump intentará obtener un segundo mandato.

Opina Putin

Por ahora, el círculo cercano del presidente parece decidido a hacer tiempo: tanto su jefe de la diplomacia, Mike Pompeo, como su abogado personal, Rudy Giuliani, ambos en el centro del escándalo, han rechazado las fechas límite que están tratando de imponerles los demócratas del Congreso.

Considerado uno de los miembros más influyentes del gobierno de Trump, Pompeo fue una de las personas que escuchó la llamada con Zelenski.

“No toleraremos que individuos en el Capitolio intimiden a los funcionarios del Departamento de Estado”, dijo.

Los legisladores demócratas ya fijaron fechas para escuchar a cinco diplomáticos de alto rango que probablemente les brinden información sobre el escándalo ucraniano.

Trump, quien asegura que su llamada telefónica semanas atrás con Zelenski no tiene nada de malo, recibió el miércoles el apoyo del presidente ruso, Vladimir Putin.

“No veo nada comprometedor en la conversación entre Trump y Zelenski”, dijo. “Cualquier jefe de Estado habría hecho lo mismo”, agregó, señalando además que los opositores políticos de su homólogo estadounidense estaban usando “cualquier pretexto” para atacarlo.

El inspector general del Departamento de Estado, Steve Linick, ha solicitado una “reunión urgente” con funcionarios de varios comités de la Cámara de Representantes y del Senado, para discutir documentos relacionados con Ucrania.