Internacional

Aniversario de la OTAN

Alfredo García

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En medio de un grave cuestionamiento sobre la naturaleza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Estados Unidos, Canadá y sus aliados europeos “celebran” en Londres el 70º aniversario de la fundación de la Alianza Atlántica.

Sin embargo, las tensiones entre sus cuatro pilares, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia en torno al futuro del bloque militar, resta entusiasmo a la celebración.

En reciente entrevista concedida a la revista The Economist, el presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró que Europa está en una “situación internacional muy grave”, que la OTAN se encuentra en “parálisis mental” y no sirve para defender a Europa, en medio del “auge” de China, tendencias “totalitarias” de Rusia y Turquía y la oposición del presidente Trump a un proyecto de defensa europeo.

“Ya no hay coordinación estratégica entre Estados Unidos y sus socios de la OTAN”, manifestó Macron citando la decisión de Turquía como miembro de la OTAN de invadir Siria sin consultar a los otros miembros.

La OTAN surgió en abril de 1949 como una alianza política de varios países occidentales frente a la “amenaza” de la expansión socialista de la URSS, cuyo prestigio político había crecido después de la II Guerra Mundial.

Sin embargo, tras la guerra de la península coreana, suceso que marcó el comienzo de la “guerra fría”, la OTAN se organizó como estructura militar permanente bajo la comandancia de Estados Unidos.

La Alianza Norteamérica-Europa constituye un sistema de defensa colectiva en el cual los Estados acuerdan defender a cualquiera de sus miembros si son atacados por una potencia externa.

La OTAN cuenta actualmente con 29 miembros y un presupuesto que representa el 52% del gasto militar mundial, con planes de contingencia contra un “hipotético” enemigo que no se nombra, pero todos saben de quién se trata. Además 21 países, algunos no europeos, “colaboran” con la Alianza dentro del programa Asociación para la Paz, otros 15 participan en programas de “diálogo” y 9 como “socios globales”. Su sede se encuentra en Bruselas, Bélgica, y su secretario general es el ex primer ministro noruego, Jens Stoltenberg.

En 1989 la OTAN intervino en el conflicto yugoslavo, sin mediar agresión. En 2001, Estados Unidos invocó el Tratado y la OTAN participó en la invasión y ocupación de Afganistán. La Alianza tiene actualmente 20,000 soldados desplegados en misiones en Afganistán, Kosovo y el Mediterráneo y tareas de entrenamiento militar en Irak y la Unión Africana.

La OTAN aparenta luchar por la defensa colectiva y la preservación de la paz y la seguridad global. Pero desde el colapso de la URSS, la Alianza se convirtió en una coalición de países occidentales liderado por Estados Unidos, para librar guerras “fuera del área” en Asia, Medio Oriente y Africa del Norte, “contener” a China en la región Asia-Pacífico y extender su potencial militar hasta la frontera rusa.

Trump llega a Londres con férrea oposición a una estructura militar europea sin participación de Estados Unidos y renovados bríos para exigir a sus “aliados” invertir el 2% del PIB en defensa y que además paguen el costo de mantener las bases militares norteamericanas, más una prima del 50%.

Por su parte, Macron aboga por una estructura militar europea, cuestiona la estrategia de la OTAN con Rusia y China como potenciales enemigos y favorece concentrar los recursos de la Alianza en la lucha contra el terrorismo.

Sin embargo, oculta en la estridencia mediática de la polémica Washington-París, subyace una guerra sorda entre la hegemonía de Estados Unidos y la soberanía europea, donde tras el fin del mandato de la canciller alemana Angela Merkel, la salida del Reino Unido de la Unión Europea, y la llegada de los nuevos líderes pro-franceses de la Comisión Europea, Macron aspira a asumir el liderazgo de Europa.