WASHINGTON, EE.UU., 11 de julio (EFE/AFP/REUTERS).- El gobierno del presidente Donald Trump iniciará el domingo redadas masivas en al menos diez ciudades del país, para capturar a inmigrantes indocumentados y sus familiares, informaron hoy medios estadounidenses.
Las operaciones las llevará a cabo el personal de la agencia de Inmigración y Aduanas, conocida por su sigla en inglés ICE, indicó el diario The New York Times, que atribuyó su información a funcionarios del gobierno no identificados.
“En la medida en que sea posible, los miembros de familias arrestados juntos serán llevados a centros de detención para familias en Texas y Pensilvania. Pero, debido al espacio limitado, algunos podrían terminar en hoteles mientras se preparan sus documentos de viaje”, agregó el medio citado.
El portavoz indicó que ICE “prioriza el arresto y la deportación de extranjeros que permanezcan ilegalmente (en el país) que representan una amenaza para la seguridad nacional, la seguridad pública y la seguridad fronteriza”.
Además, apuntó que el 90% de los extranjeros arrestados por la división de Aplicación y Expulsión de ICE durante el año fiscal 2018 (octubre 2017 - septiembre 2018) tenían al menos una condena o cargos criminales pendientes, eran fugitivos de esa agencia o reingresaron ilegalmente al país tras haber sido deportados.
Deportar a millones
Un alto funcionario de inmigración dijo que ICE tiene a millones de nombres en su lista de personas susceptibles de deportación, pero que los operativos habían sido suspendidos unas semanas, en parte debido a resistencias dentro del organismo, según el artículo del diario.
A mediados de junio, Trump dijo por Twitter que el ICE iniciaría un proceso para deportar a “millones” de indocumentados.
Poco después, se supo que el ICE planeaba redadas masivas a partir del 23 de junio para aumentar las deportaciones de familias indocumentadas que han recibido órdenes de expulsión.
Trump decidió entonces suspender durante dos semanas las redadas -plazo que acabó este pasado domingo-, para dar tiempo a que demócratas y republicanos pactasen un acuerdo migratorio en el Congreso, pero hasta la fecha no se ha alcanzado ningún acuerdo.
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, dijo a medios locales que los residentes de la ciudad deben saber que se hará respetar las leyes “santuario” que rigen en el estado y que impiden la colaboración de policías locales con ICE en materia migratoria, de competencia federal.
Rechazo expreso
En Nueva York, el alcalde Bill de Blasio y la Oficina de Asuntos de Inmigrantes de esa metrópolis pidieron ser “conscientes” de los derechos de los indocumentados si un agente federal de inmigración llega a su hogar o se aproxima en un lugar público.
La fiscal general de ese estado, Letitia James, por su parte, aseguró en un comunicado que “la insistencia de la Administración Trump de utilizar a las familias migrantes como una pieza de negociación con los líderes del Congreso es tan deplorable como un acto contra los valores estadounidenses”.
En Chicago, la alcaldesa Lori Lightfoot afirmó que la principal urbe del estado de Illinois “es y siempre será una ciudad acogedora que no tolerará que se separe” a las familias.
Gavin Newsom, gobernador de California, el estado con mayor número de indocumentados, se sumó a las críticas y reconoció que los rumores están aumentando la “ansiedad” en la comunidad migrante y urgió a prepararse para cualquier contingencia con ICE, pues es “vital” saber que los indocumentados también tienen derechos.
En Denver, el alcalde Michael B. Hancock expresó que se mantienen firmes en su “compromiso con los inmigrantes que contribuyen” a la comunidad y economía local y a las “familias que huyen de la violencia”.
Por su parte, la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU, por sus siglas en inglés) rechazaron este jueves las redadas de inmigración anunciadas por el presidente estadounidense, Donald Trump, y previstas para este domingo.
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Advertencia
Legisladores demócratas reaccionaron diciendo que estos planes amenazan potencialmente a personas que han vivido desde hace años en Estados Unidos y cuyas familias incluyen en muchos casos a hijos estadounidenses.
La líder de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi calificó los planes como un acto “sin corazón” y dijo que el domingo es el día en que muchas familias de origen latino van a la iglesia.
“Estas acciones brutales van a aterrorizar a niños y a muchas familias (...) Las familias deben permanecer unidas; todos en nuestro país tienen derechos. Oramos para que el presidente cambie de opinión”, afirmó Pelosi este jueves en una rueda de prensa.
En coincidencia, el líder de la minoría demócrata en el Senado Chuck Schumer pidió que “dejen que separar a los niños de sus familias”.
“Díganles a sus agencias que dejen de separar a los niños de sus padres”, instó.