NUEVA ORLEANS, Estados Unidos, 15 de julio (AFP) - La tormenta tropical Barry sigue azotando este domingo el estado de Luisiana, en Estados Unidos, y a pesar de estar debilitándose no cesan las alertas por fuertes lluvias y la posibilidad de tornados e inundaciones.
El paso de “Barry” no ha provocado muertes en Luisiana ni en los estados vecinos, luego de ser por un breve periodo el primer huracán de la temporada del Atlántico, para luego degradarse a tormenta tropical al tocar costa el sábado.
Sin embargo, en su paso por tierra en dirección al norte, la tormenta ha tenido un gran impacto.
Aunque son pocos los indicios de que puedan ocurrir inundaciones generalizadas, Luisiana mantiene un ojo atento sobre varios ríos y canales que están prácticamente al límite de su capacidad por las torrenciales lluvias e inundaciones río arriba.
Esta es “la temporada más húmeda que hemos tenido desde 1895”, dijo a Fox News el general de división Richard Kaiser, quien encabeza la Comisión del Río Misisipi.
Dijo que el crecimiento del río es “el más alto desde hace mucho tiempo”,
sólo por debajo del nivel de inundación.
Las fuertes lluvias continúan azotando a Nueva Orleans, la mayor ciudad del estado, pero el aeropuerto normalizó sus servicios después de la cancelación el sábado de todos los vuelos.
Los temores de que el sistema de diques en Nueva Orleans pudiera verse afectado por las lluvias disminuyeron. “Logramos pasar la tormenta, somos afortunados, estamos a salvo”, dijo el domingo en conferencia de prensa la alcaldesa, LaToya Cantrell, quien había llamado el sábado a no confiarse.
El peligro continúa
A las 16H00 local (21H00 GMT), los vientos sostenidos de la tormenta habían disminuido a 55 kilómetros por hora; se localizaba al noreste de Shreveport, en el oeste de Luisiana, y se dirigía hacia Arkansas, indicó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).
“Se espera un mayor debilitamiento a medida que el centro se mueva más hacia el interior, y se pronostica que “Barry” se degradará a un sistema de baja presión remanente para el lunes por la noche”, dijo el NHC.
Las órdenes de evacuación se levantaron en varias localidades incluido
Plaquemines Parish, en el sur de Nueva Orleans, donde unas 10.000 personas fueron obligadas a salir de su hogares.