Internacional

Su entrañable Universidad acogió las cenizas de la Dra. Rita Buch

Por Marina MenéndezEspecial para Por Esto!

LA HABANA, Cuba, 7 de julio.- Al pie del Alma Máter, en los predios de la Facultad de Filosofía e Historia donde laboró, y junto al banco del parque en el que solía sentarse en los ratos de asueto, fueron esparcidas este domingo las cenizas de la Dra Rita Buch, quien falleció el sábado luego de varios días de hospitalización.

La prestigiosa académica cubana y de Latinoamérica, colaboradora y compañera entrañable de los diarios Por Esto!, recibió el postrer tributo en la casa de altos estudios que fue centro de su vida profesional, en un campus carente en domingo del habitual bullicio juvenil, y en un recogimiento que parecía a propósito para el momento.

Muchos de quienes fueron alguna vez sus alumnos en casi 40 años de ejercicio de la profesión le rindieron homenaje junto a colegas, familiares y amigos, en un acto sencillo pero lleno de reconocimiento y cariño como los que le profesa su discípulo Randy Perdomo, expresidente de la FEU en la Universidad, y quien conversó con esta reportera acerca de la cercanía de su profesora a la organización, y su afecto y dedicación a los estudiantes.

La Doctora en Ciencias Thalia Fung, presidenta de la Sociedad Cubana de Investigaciones Filosóficas (SCIF), dijo las palabras de despedida, en las que reconoció los valores de Rita, y sus aportes.

La Dra Fung calificó a su colega de «verdadero puntal de la Filosofía en Cuba y consecuente miembro de la SCIF, de quien Buch fue fundadora y actual vicepresidenta». También recordó los crónicas que tributó a Por Esto!

Recordó que Rita no dejó un instante su trabajo a pesar de sus dolencias de salud ni su afán de apoyar a los demás y defender las causas que creía justas.

A su develamiento único de José Agustín Caballero, señaló Fung, ella unió la tarea de hurgar en los textos de los nuevos filósofos, la cubanía y los valores mejores, y darle la espalda a las naturales decepciones que llevan consigo la envidia y las malas artes, señaló.

Según Fung, Rita caminó con certeza y seguridad «en un campo no solo difícil sino escabroso: pensar el mundo y los hombres, no a los individuos. Guiar a sus estudiantes e

n un mundo prometedor pero lleno de escollos».

Rita demostró, dijo, que no solo era muy buena en la Historia de la Filosofía, sino en el andar entre las dificultades y la justa escogencia.

También se refirió a su vida social y política al calificarla de «militante cumplidora y fiel de la Revolución Cubana, de Martí y de Fidel, a cuyo pensar y hacer dedicó gran parte de su vida, en un campo que no es el más atractivo pero sin el cual no hay proceso que sea estable y gobernable, el actuar desde la base».

También le recordaron quienes estaban lejos, como la directora e instructora de arte Julia Celeste, de México, quien escribió en su página de la red social Facebook: «Hoy La Habana dice adiós a una gran mujer. Uno de los más gratos momentos que viví en Cuba fue al lado de ella, las palabras de nuestra charla aún hacen eco en mí, la recuerdo hablándome de Carilda, de Matanzas, de la poesía, del amor, ¡De la vida misma! Habíamos acordado vernos otra vez, yo le llevaría una pintura para que formara parte de la colección de obras que adornaba las paredes de su casa, pero la vida decidió otra cosa, aprecio y atesoro permitirnos coincidir en una de sus veredas. Ahora ella es inmortal en mí (…)»