MIAMI, EE.UU. (AP/EFE/AFP).- El huracán “Dorian” amenazaba el viernes una franja de tierra poblada por unas 10 millones de personas, y donde además se ubica el centro turístico de Walt Disney World y el club Mar-a-Lago del presidente Donald Trump, a medida que se acercaba a Florida con la posibilidad de convertirse en la tormenta más poderosa en azotar la costa este del estado en casi 30 años.
“Dorian”, que en cada reporte meteorológico aparece con más fuerza, pasó a la categoría 3 durante la tarde y podría convertirse en una tormenta de categoría 4 con vientos de casi 225 kilómetros por hora antes de que toque tierra el lunes por la noche o a primeras horas del martes.
Según la ruta que el Centro Nacional de Huracanes pronosticó, “Dorian” azotará los alrededores del condado Palm Beach, donde se ubica Mar-a-Lago, y después penetrará en tierra hasta la zona de Orlando.
Sin embargo, ante la dificultad de predecir el trayecto de la tormenta en este momento, los meteorólogos han advertido que podría afectar prácticamente a toda Florida, incluyendo Miami y Fort Lauderdale.
Los expertos también alertaron que “Dorian” se desplaza lentamente, lo que podría someter al estado a prolongados vientos, marejadas ciclónicas y aguaceros.
Sube a categoría 3
El huracán se sigue fortaleciendo y llegó a categoría 3 en la escala Saffir-Simpson, sobre un máximo de 5, con vientos máximos sostenidos de 185 km/h en su camino lento hacia Florida, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU.
El poderoso ciclón además se mueve en dirección noroeste y lo hace cada vez más lento, a razón de 17 km/h, lo que le permite organizarse mejor y ganar aún más potencia.
Este huracán “extremadamente peligroso” supone una “amenaza significativa” para Florida y el norte de Bahamas, alerta el NHC, que envió un avión “caza-huracanes” que les confirmó que Dorian es ya un huracán de “categoría mayor”, más de 3 en las escala Saffir-Simpson.
El ojo de “Dorian”, pronostican los meteorólogos, debería pasar lejos del sureste y centro de Bahamas entre viernes y sábado.
Mientras tanto, adelantan que habrá un fortalecimiento adicional de este ciclón cuyos vientos con fuerza de huracán, es decir, más de 119 km/h se extienden hasta 35 km desde su ojo.
Olas devastadoras
Esto provocará una marejada ciclónica “potencialmente mortal” que elevará el nivel del mar hasta 15 pies (5 metros) en la costa del noroeste de Bahamas y generará posibles olas “devastadoras”.
En cuanto a las precipitaciones, se espera que Dorian produzca notables acumulaciones de lluvia desde este fin de semana hasa mediados de la próxima semana, especialmente en el noroeste de Bahamas y zonas del litoral del sudeste de los Estados Unidos, donde se podrían alcanzar las 18 pulgadas (45 centímetros).
Una vez toque tierra en Florida como ciclón mayor, el cono de trayectoria de NHC apunta que Dorian podría dirigirse hacia el norte del estado a través del interior de la península, donde podría perder algo de fuerza, aunque sin perder la categoría de huracán.
En lo que va de la actual temporada de huracanes, que comenzó en junio pasado, se han registrado otras cuatro tormentas tropicales, “Chantal”, “Andrea”, “Erin” y “Barry”, que se convirtió en huracán en julio poco antes de tocar tierra en Luisiana, donde dejó cuantiosas pérdidas materiales, pero ninguna víctima mortal directa.
Condados declaran emergencia
Los condados de Palm Beach y Miami Dade, en el sur de Florida, decretaron este viernes el estado de emergencia como parte de los preparativos para la llegada del huracán a EE.UU.
“Dorian” tiene a las autoridades estatales y locales preparándose para fuertes vientos, marejadas ciclónicas e inundaciones.
“Lo que queremos evitar es el pánico que no se requiere, queremos que nuestros residentes estén preparados”, aseguró Verdenia Baker, administradora del condado Palm Beach sobre la medida.
Las declaraciones de estado de emergencia se suman a la ya anunciada el miércoles pasado por el gobernador Ron DeSantis, con el propósito de garantizar que los gobiernos estatales y locales tengan tiempo recursos y flexibilidad suficientes para prepararse.
El alcalde de Miami Dade, Carlos Giménez, dijo en rueda de prensa que la declaración de emergencia permite contratar con más agilidad o decretar un toque de queda, si es necesario.
Esto es como un “desierto”, lamentó un cubano al salir de vacío de la enésima tienda que visita en Miami en busca de un agua embotellada que, junto con la gasolina y los sacos de arena, se presenta como producto de “primera necesidad” para encarar el impacto del “extremadamente peligroso” huracán “Dorian”.