Internacional

Mar de Pueblo recibe al Papa en Madagasgar

ANTANANARIVO, Madagascar, 6 de septiembre (EFE/AFP).- Miles de fieles entusiastas abarrotaron hoy la capital de Madagascar -segunda escala del Papa Francisco durante su gira africana tras pasar por Mozambique.

Francisco aterrizó en torno a las 13:30 GMT en el Aeropuerto Internacional Ivato, a unos 16 kilómetros del centro de la ciudad, donde fue recibido con los más altos honores por las autoridades malgaches.

Desde primera hora de la mañana, el trayecto que siguió el Santo Padre en un papamóvil de fabricación malgache -desde el aeropuerto hasta la Nunciatura en el barrio de Ivandry- estuvo flanqueado por una multitud que portaba banderines con los colores de la bandera nacional y del Vaticano.

Algunos lucieron sombreros con el mensaje “Bienvenido Papa Francisco”. Todos querían estar en primera fila para no perderse ni un detalle del pontífice, máxime cuando el Gobierno declaró festiva la tarde de hoy.

“Todos pueden darle la bienvenida en ese trayecto. No hace falta ninguna acreditación”, afirmó el arzobispo de Antananarivo, Odon Razanakolona.

“Esta es una oportunidad única en la vida para acercarme al santo padre y, si puedo darle la mano, será para una bendición inestimable”, comentó Albert Rasaonina, diplomado universitario y católico devoto, uno de los fieles que madrugó para encontrar un buen sitio desde el que ver al pontífice argentino.

No sólo católicos, sino seguidores de otras confesiones también están llamados a dar la bienvenida a Jorge Mario Bergoglio.

Visita oficial

La tradicional visita protocolar del Papa a las autoridades del país tendrá lugar este sábado, y después se trasladará el monasterio las Carmelitas Descalzas para, ya por la tarde, reunirse con los obispos de Madagascar en la catedral de Andohalo.

Se espera que los puntos fuertes de su discurso ante las autoridades sean la lucha contra la crisis climática, que ya afecta sin precedentes al sureste africano, así como la capacidad de los jóvenes para transformar la sociedad.

El domingo, Francisco oficiará una misa multitudinaria en el campamento diocesano de Soamandrakizay y visitará la llamada ciudad de la amistad de Akamasoa, nacida sobre un basurero y construida por los mismos pobres con la ayuda del padre argentino Pedro Opeka.

El lunes, el Santo Padre viajará a las islas Mauricio, donde pasará toda la jornada para regresar a última hora de la tarde a Antananarivo, de donde partirá el martes por la mañana de vuelta al Vaticano.

Contra la corrupción

Francisco concluyó su estancia a Mozambique con una misa ante 60,000 personas en las que denunció la corrupción en los países más pobres y pidió reconciliación porque ningún país puede basarse en la ley del “ojo por ojo”.

En esta misa ante 60,000 personas y bajo la lluvia en el estadio de Zimpeto, recordó el pasado de violencia en el país y mencionó uno de los grandes problemas en algunas naciones de África: la corrupción.

Denunció que a veces “pareciera que quienes se acercan bajo el supuesto deseo de ayudar, tienen otros intereses”

Además, condenó la corrupción al afirmar que “es triste cuando esto se constata entre hermanos de la misma tierra que se dejan corromper” y “que es muy peligroso aceptar que este sea el precio que tenemos que pagar ante la ayuda extranjera”.

Reconoció el Papa que “es difícil hablar de reconciliación cuando las heridas causadas en tantos años de desencuentro están todavía frescas o invitar a dar ese paso de perdón que no significa ignorar el dolor o pedir

que se pierda la memoria o los ideales”.

Desde su independencia del dominio portugués, Mozambique vivió una guerra fratricida que causó un millón de muertos y cuatro millones de desplazados y que concluyó con un acuerdo de paz firmado en Roma, con la mediación de la Iglesia católica, en 1992.

Aun así, subrayó el Pontífice a los fieles, “Jesucristo invita a amar y a hacer el bien; que es mucho más que ignorar al que nos hizo daño o hacer el esfuerzo para que no se crucen nuestras vidas respecto a quienes nos hirieron”.

“La equidad de la violencia siempre es una espiral sin salida y su costo es muy alto”, reiteró Francisco.

Visita especial

Por la mañana, Francisco acudió al centro Dream de Zimpeto, en uno de los barrios más poblados y marginados de la capital, que garantiza los tratamientos a enfermos de sida y portadores de VIH.

El Papa alabó este tipo de centros que “muestran que hubo quienes se detuvieron y sintieron compasión, que no cedieron a la tentación de decir no hay nada por hacer, imposible combatir esta plaga, y se animaron a buscar soluciones”.

El proyecto Dream impulsado por el movimiento católico de la Comunidad de San Egidio se encuentra en 11 países africanos y ha hecho nacer sanos a 200,000 niños de madres seropositivas.

Según Onusida, en 2018, entre los 27 millones de habitantes de Mozambique había 2,2 millones de seropositivos -un 60% de ellos mujeres-. Y 150,000 de estas personas eran nuevos infectados.