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EE.UU. está pendiente de Pelosi para iniciar el juicio político contra Trump

WASHINGTON, EE.UU., 13 de enero (EFE/AP).- Estados Unidos está a la espera de que la jefa de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, entregue formalmente esta semana al Senado los cargos para iniciar un juicio político contra el presidente Donald Trump, como ella misma ha prometido, y cumplir así con el último trámite para fijar una fecha de inicio del proceso.

Pese a que todas las miradas en Washington andaban este lunes pendientes de ella, Pelosi no ha dado más pistas sobre cuándo hará efectiva la entrega de los cargos de obstrucción al Congreso y abuso de poder contra el mandatario por presionar a Ucrania para que investigara a su rival político, el exvicepresidente Joe Biden, actual precandidato demócrata a las elecciones del próximo noviembre.

Juicio “más transparente”

El presidente del grupo legislativo que lideró la investigación para abrir un proceso de destitución contra Trump, Adam Schiff, jefe del Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, defendió hoy la actuación de Pelosi, ya que, en su opinión, el retraso en la entrega formal de los cargos del Senado puede facilitar “un juicio político más transparente”.

La Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, aprobó el pasado 18 de diciembre los cargos contra Trump, con lo que dio luz verde a la celebración de un “impeachment”, como se denomina en inglés el juicio político, que tendrá lugar en el Senado, dominado por los republicanos.

Desde entonces, Pelosi ha estado aplazando la entrega formal de las acusaciones a la Cámara alta porque quiere los republicanos garanticen antes que habrá nuevos testigos en el juicio político, entre ellos dos que los progresistas consideran claves: el exasesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, y el jefe de gabinete, Mick Mulvaney.

Bolton y Mulvaney

A ese respecto, Schiff manifestó a la cadena de televisión ABC su esperanza de que “la presión pública para un juicio justo signifique que los miembros republicanos del Senado moderados insistan en escuchar a gente como John Bolton y Mick Mulvaney y a otros que tienen información de primera mano sobre el esfuerzo del presidente de intimidad a un líder extranjero para que le ayudara a hacer trampas en las elecciones”.

El caso contra Trump se desencadenó después de una queja de un informante a la Inteligencia del país sobre una llamada telefónica en julio entre el presidente y su homólogo de Ucrania, Volodímir Zelenski, para que el ucraniano lanzara pesquisas contra Biden y su hijo Hunter por presunta corrupción en el país europeo.

Según la oposición demócrata, Trump condicionó la entrega de casi 400 millones de dólares en ayuda a Ucrania y la programación de una reunión en la Casa Blanca con Zelenski a su exigencia de que Kiev anunciara públicamente que planeaba investigar a Biden, algo que el mandatario ha negado.

Con o sin testigos, es difícil que el juicio político contra Trump, el tercer presidente de EE.UU. que afrontará un proceso de destitución después de Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton entre 1998 y 1999, ambos absueltos en el Senado, acabe con una decisión contraria al mandatario debido a la mayoría que gozan los republicanos en esta cámara.

El retrato de Pelosi, según Trump

Mientras, el principal afectado, el propio Trump, volvió hoy a arremeter contra Pelosi y los demócratas por lo que considera una “caza de brujas”.

“Demandamos justicia’ gritan Pelosi y los Demócratas Inútiles, aun así los Demócratas de la Cámara (de Representantes) no nos dejarían tener ningún testigo, abogados o incluso hacer preguntas. ¡Esta es la caza de brujas más injusta en la historia del Congreso!”, clamó el presidente en la red social Twitter.

Durante la mañana del lunes, el mandatario tuvo una actividad frenética tuiteando y retuiteando mensajes de otras cuentas y suyos propios del pasado para criticar a los demócratas, a los que acusó de ensalzar la figura del general iraní Qasem Soleimaní, asesinado en una operación estadounidense en Bagdad el 3 de enero.

Un mensaje que retuiteó fue un montaje fotográfico en el que aparecen Pelosi y el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, delante de una bandera de Irán, ella con un velo islámico y él con un turbante, con las palabras “Demócratas 2020”.

“Pagarán un precio”

El mandatario y la presidenta de la Cámara de Representantes se enfrentaron el domingo de cara a su juicio político en el Senado, luego de que ella dijera que los senadores “pagarán un precio” por impedir nuevos testimonios, a lo que él respondió diciendo que tanto ella como el presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara baja deberían testificar.

Trump y Pelosi, los líderes más poderosos de sus respectivos partidos, se comunicaron como en varias otras ocasiones durante la presidencia: con tuits del mandatario en respuesta a una entrevista televisiva.

Se trata de un juicio justo”, dijo Pelosi al programa “This Week” de ABC. “Ya hicimos nuestro trabajo. Defendimos a la constitución de Estados Unidos. Esperaríamos que el Senado hiciera lo mismo”. Ahora es su turno de hacerlo o pagar el precio”, advirtió.

Trump tuiteó justo antes y después de la aparición de Pelosi, en ambas ocasiones utilizando sobrenombres para referirse a ella. Dijo que tanto ella como Schiff deberían testificar en el Senado.

¡Ella debe ser testigo, al igual que él!”, tuiteó Trump.

El mandatario rechazó la insinuación de Pelosi de que sin importar lo que haga el Senado, siempre quedará como un enjuiciado político. Pelosi dijo que la votación en la Cámara de Representantes el mes pasado significa que Trump será “enjuiciado políticamente para siempre” y “de por vida”.

¿Por qué debería tener el estigma de un juicio político atado a mi nombre cuando no hice nada malo?” preguntó Trump en Twitter, donde se refirió a las medidas de la cámara baja como una “farsa completamente partidista”.