Por Marina Menéndez Foto: Lisbet GoenegaEspecial para POR ESTO!
LA HABANA, Cuba, 15 de septiembre.- Con tres sonoros y emocionados vivas a México lanzados por el embajador Enrique Martínez y Martínez, culminó la tradicional ceremonia del Día de la Independencia, que llevó la bandera patria hasta el balcón de la legación diplomática, donde su jefe dio vítores a Hidalgo y a otros próceres.
Luego continuó la concurridísima velada, que tuvo a personas llenando hasta el último pedacito de jardín, en una fiesta más sonada por el cariño y la amistad recíproca que por la buena música que la amenizaba.
Intelectuales, artistas, funcionarios, y amigos en general acudieron a celebrar junto a nacionales mexicanos su más importante fecha patria. A nombre del Gobierno de Cuba asistió el ministro de Cultura, Alpidio Alonso.
El festejo también fue escenario para que el embajador Martínez anunciara la próxima culminación de su trabajo en la Isla. «Donde quiera que estemos, irán en nuestro corazón, y estaremos siempre prestos para volver a Cuba», dijo emocionado a los presentes.
En un breve y rapidísimo repaso de su gestión aquí, Enrique Martínez mencionó la reciente entrada en vigor, en julio, del Tratado de límites en el Golfo de México, que hacía más de 50 años esperaba su culminación.
Ese acuerdo, dijo, le va a permitir a ambos países mayores desarrollos y más prosperidad.
«Hicimos muchas cosas juntos que son símbolo de confianza», dijo. Citó, como ejemplo, la exención de visas para los pasaportes oficiales de una y otra nación.
Luego de brindar un reconocimiento al personal del 3 aquí, Martínez informó que casi se ha triplicado el número de visas a México que se facilitan ahora en la Embajada «para que más cubanos puedan visitar nuestro país y más mexicanos puedan visitar Cuba».
También recordó las gestiones realizadas para que las empresas interesadas tengan una línea de crédito y puedan aportar mayor participación en el mercado cubano.
«Hemos avanzado en todos los órdenes y logrado lo que en muchos años no se logró», dijo en alusión a la reciente presencia en Cuba de Armando Manzanero.
Gracias a todos y a todas, finalizó el Embajador mexicano, quien al empezar había recordado su llegada: Cuba, dijo, nos dio su hospitalidad, nos abrió los brazos, nos dio su confianza».