KINCHIL, Yucatán, 20 de noviembre.- Don Fernando Dzul Dzul cuenta con la edad de 76 años, por haber nacido en el año de 1943, y doña María Aurelia Dzul May tiene 89 años, pues nació en el año de 1930, ambos son oriundos y nacidos en la población de Kinchil, Yucatán, y gozan de buena salud física y mental, por lo que por separado aprovecharon para salir a observar el evento del desfile conmemorativo de la Revolución Mexicana.
El primero se encontraba solo entre la gente, y de manera muy amable platicó con el corresponsal de POR ESTO!, comentando que sí, efectivamente, la población de Kinchil ha crecido en número y que ahora existen varias colonias, pero agregó que el crecimiento de un pueblo no se limita al número de personas, sino que también se necesita el crecimiento en la educación y los valores, lo que poco a poco se ha estado perdiendo, pues ahora lo muchachos no saben respetar a los mayores y a las autoridades, por eso existe mucho vandalismo, pues en mi época lo primero que nos enseñaban era a respetar a los demás y en especial a la gente mayor, pues son los que han vivido y en su época aportaron cosas buenas a la comunidad. También comentó que esta educación no sólo es responsabilidad de los maestros, ya que los padres son los primeros y más obligados para dar educación a sus hijos.
Doña María Aurelia Dzul May, acompañada de una de sus nietas y en una silla de ruedas, comentó que tiene once hijos, a los que creció con mucho sacrificio y trabajo, y que todos ellos aprendieron el respeto, los buenos modales y sobre todo a trabajar, agregó que desde muy chica escuchó lo de la Revolución Mexicana y que siempre se ha sentido orgullosa de sus orígenes en esta población de Kinchil. También dijo que es importante que las mujeres participen en la nuevas actividades, pero que nunca olviden que son mujeres y que se den a respetar, pues ahora están imitando las cosas feas y malas que hacen algunos hombres, y cuando se portan así sólo se rebajan, olvidando que la mujer es digna y un ejemplo para sus hijos e hijas.
Estas fiestas son bonitas y han cambiado, ahora hay música y bonitos bailables, pues los jóvenes son capaces y con mucha energía, la que deben aprovechar para ser mejores, lejos de los vicios y la flojera.
(José Luis López Quintal)