México

Discurso de Trump dificulta relación

CIUDAD DE MEXICO, 9 de abril.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha insistido una y otra vez que su éxito fuera de las fronteras pasa por lograr una fortaleza interna. No obstante, en los cinco meses del primer Gobierno de izquierda del país, la política exterior ha copado buena parte de la actividad del Ejecutivo, en gran medida por la tensa relación que mantiene, en materia migratoria, con Estados Unidos.

Poco dado a inmiscuirse en lo que ocurre fuera de México, López Obrador confió la diplomacia a quien le sucedió como jefe de Gobierno en la capital, Marcelo Ebrard (Ciudad de México, 59 años). El canciller, quien apenas ha dado entrevistas desde que asumió el cargo, recibe a El País a primera hora del lunes en sus oficinas de la Secretaría de Relaciones Exteriores antes de reunirse con la alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet. Ebrard responde de manera concisa a casi todos los temas, sobre todo a los asuntos relacionados con la polémica con España tras conocerse que López Obrador había enviado una carta en la que pedía al Rey Felipe VI que España se disculpara por los abusos cometidos durante la conquista.

Pregunta. ¿Por qué exigir perdón a España y callar con alguien como Trump que ha insultado tanto a los mexicanos?

R. No nos hemos callado, hemos planteado nuestras posturas a Estados Unidos y lo haremos permanentemente.

P. Pero ¿por qué no exigir disculpas a un presidente que ha insultado a los mexicanos?

R. Nosotros estamos llevando a cabo nuestra estrategia, defendiendo los intereses de México. Creo que es muy distinto un fenómeno del otro, no creo que sean comparables, ni en su sentido ni en sus implicaciones. En el caso de España lo que nos anima no es el rencor, sino la reconciliación.

P. ¿Cuál es esa estrategia con el Gobierno de Trump?

R. La que hacemos todos los días, somos especialistas en coexistir con un país como Estados Unidos. No es callar, es no seguir la misma estrategia que te quiere imponer el presidente de Estados Unidos.

P. El presidente López Obrador dijo en campaña que cada tuit de Trump recibiría una respuesta. ¿Por qué ahora hay esa tibieza que, por otra parte, tanto se criticó al Gobierno de Peña Nieto?

R. El Gobierno de Peña Nieto lo invitó en campaña, nosotros no hemos hecho eso ni lo haremos nunca. Es una diferencia abismal. Nosotros estamos defendiendo los intereses de México de la manera que mejor creemos.

P. ¿Cómo definiría la relación con el Gobierno de Trump?

R. En términos europeos, de cohabitación.

P. ¿Y en términos mexicanos?

R. Muy difícil. Con el discurso y las prioridades que él tiene, tiende a ser difícil. No se puede decir que tenemos la relación más cercana con Estados Unidos.

P. ¿Qué es lo que más le preocupa de la relación con Trump?

R. Que no afecte a la relación bilateral estructuralmente, porque el grueso de nuestra actividad económica es con Estados Unidos.

P. ¿Qué riesgo hay de que eso pueda ocurrir?

R. No veo riesgos a corto plazo, pero sí dificultades. Vamos a ver cómo evoluciona, es difícil saberlo con la campaña electoral de Estados Unidos.

P. ¿Siente que corre peligro el tratado de libre comercio que aún no se ha aprobado?

R. Difícil saberlo, porque va a depender mucho de la correlación de fuerzas en Estados Unidos. No me queda claro a quién no le interesaría que se firme el tratado. No pienso que le convenga a nadie impedir que se ratifique en Estados Unidos. Pero entramos en el terreno de la especulación, porque finalmente habrá que ver lo que sucede en el Congreso.

P. Trump ha pasado de decir que hay que construir un muro a que hay que cerrar la frontera. ¿Cree que es capaz de hacerlo?

R. Creo que es muy difícil cerrar la frontera en términos económicos. El paso fronterizo de Tijuana, por ejemplo, es uno de los más intensos del mundo. Pasan por él unos 60 millones de personas al año. Es muy difícil cerrar eso. Lo veo difícil de practicar, de implementar y costoso para Estados Unidos.

P. ¿Cómo interpreta la renuncia de la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, una de las personas que con más dureza ha criticado la política migratoria de México?

R. Hay quien dice que es una secuencia de los ajustes que hubo en diciembre, de la salida de John Kelly en particular. A quien se pone ahora es a una persona que conocemos, que tiene relación desde hace tiempo con las autoridades mexicanas. Si permanece en ese cargo creo que tendremos un diálogo más cercano entre los dos países.

P. Interpreto que le ha alegrado la renuncia de Nielsen.

R. Nunca me alegran las renuncias.

P. Pero sí le parece una buena noticia para los intereses de México.

R. Pues vamos a ver, porque hoy hubo otro tuit [de Trump] sobre la frontera. No sabemos lo que va a ocurrir en los próximos meses.

P. A principios de año México abrió la frontera sur de par en par. Ahora, han dicho que no van a ser tan permisivos. ¿Por qué ese cambio en la política migratoria?

R. La política la anunció la secretaria de Gobernación [Olga Sánchez-Cordero] y se basa en el pacto de Marrakech. El punto medular es que registras a las personas y registrándolas puedes ofrecerles distintas alternativas.

P. Pero sí hay un cambio respecto a enero, cuando llegaron unos 20,000 migrantes y se les dio permiso por razones humanitarias.

R. Se pensó que debería haber distintas alternativas. No podemos dar visas por razones humanitarias a todo aquel que lo solicite indistintamente. Tenemos que clasificar qué es lo que se necesita y qué es lo que se quiere. La posición esencial es que no tengamos un flujo migratorio no documentado, donde las personas estén en la más precaria situación en México.

P. ¿Cuánto influyen las críticas de Trump en esta política migratoria?

R. Esta política difícilmente le va a gustar a él, pero es la que vamos a hacer. La forma de tener una situación distinta en el flujo migratorio depende de tres decisiones: tomar en serio el desarrollo de los tres países centroamericanos más afectados, Guatemala, Honduras y El Salvador; el impulso al desarrollo del sur de México y tener una política migratoria que, a partir del registro, permita responder a las necesidades de lo que estás pidiendo. Hay que acomodar esas piezas y no lo podemos hacer en dos meses.

P. ¿Por qué cree que no le va a gustar a Trump?

R. Porque él piensa de otra forma. Eso no quiere decir que estemos en conflicto permanente, pero sí tenemos diferencias.

(EL PAIS)