México

'Hasta por debajo de la tierra”

CIUDAD DE MEXICO, 24 de agosto (NTX).- El próximo 4 de septiembre se cumplen cuatro años desde que Diego, un joven de preparatoria, fue secuestrado y mutilado. Sin embargo, hasta ahora no existe ninguna noticia sobre su posible paradero, narró Verónica, su madre.

“A mí me daba miedo hacer búsqueda en campo. Yo decía: yo solamente voy a buscar a Diego en vida, pero de pronto, cuando me di cuenta, estaba buscando a mi hijo debajo de la tierra, con una pala, con un pico para saber si había restos ahí; lo tuve que hacer y me he estado preparando porque lo quiero encontrar”, compartió.

Diego cursaba el segundo año de preparatoria, era deportista y tenía ganas de vivir, pero unos delincuentes se lo arrebataron a su madre a cambio de dinero, que pedían para su liberación.

“Una forma de presionarnos, porque no juntaba el dinero, fue que mutilaron a mi hijo; nos mandaron dos ‘falangitos’ de sus dedos y en ese momento pensé que me iba a morir. Yo soy mamá sola, gracias a mis amistades y a mi familia pude juntar algo de dinero que les entregamos, pero no lo liberaron”, recordó.

A casi cuatro años, se sabe que en el secuestro de Diego estuvieron involucrados dos adultos y un menor de edad, éste último era su vecino en Ecatepec, Estado de México.

“A este jovencito por ser menor de edad le dieron una pena de tres años seis meses; él ya va salir y yo no sé dónde está mi hijo. Infinidad de veces se ha burlado diciendo que lo mataron, que lo dejaron en un lugar, en otro lugar y así me la he pasado”.

Como madre soltera, Verónica necesita de su trabajo para seguir con la búsqueda de su hijo, pero sus jefes se niegan a darle más permisos para continuar con el proceso.

Ante la falta de respuesta de las autoridades, Verónica se unió con otras familias para formar un colectivo, “porque la policía no está tan preparada, le están ganando los delincuentes. Los que se llevaron a Diego, uno es de Guerrero, otro de Ecatepec, otro de la Ciudad de México, ¿cómo ellos si se unen para lastimarnos y nosotros estamos dispersos?”.

Adela Alvarado Valdez es otra madre de familia que, desde hace 15 años, busca a su hija Mónica Alejandrina Ramírez Alvarado y compartió su historia frente a estudiantes de la carrera de Derecho en la Universidad del Claustro de Sor Juana.

“Preguntan ¿por qué hacemos marchas?, ¿por qué caminamos?, ¿por qué anunciamos que buscamos a nuestros hijos?, pues porque no se nos perdió un perro, no se nos perdió un coche; se nos perdió un hijo, una parte de nosotros que duele”, expresó.

En la desaparición de Mónica, quien estaba a punto de titularse de la carrera de Psicología de la UNAM, estuvo involucrado uno de sus compañeros de clase, quien como cómplice “se encuentra en la cárcel purgando una condena de 26 años”, pero no así los otros tres implicados, de los cuales dos fueron liberados y uno más sigue sin ser detenido.

“Nos enteramos que era un grupo mafioso el que se había llevado a mi hija. Ellos vivían a media cuadra de la casa de nosotros y no lo sabíamos. Tuvimos que salir en cuanto nos enteramos y ahora mi familia y yo somos desplazados porque estamos amenazados.

“Es triste, pero esa es nuestra realidad en México y duele verdaderamente, pero más aún ver que nuestra sociedad nos diga qué andarían haciendo nuestros hijos, en qué andaban; mi hija se dedicaba únicamente a la universidad, a sus clases de pintura, hawaiano y tahitiano”, agregó.

“El presidente López Obrador tiene la oportunidad de quedar bien ante toda la ciudadanía, de hacer algo para identificar a los miles de cuerpos y de restos que las mismas familias han recuperado de esta gran fosa que es México”, consideró.