Por no aplicar mano dura a las protestas de mujeres
CIUDAD DE MEXICO, 25 de agosto (SinEmbargo).- La Arquidiócesis Primada de México se mostró este día inconforme con “la retórica” del Gobierno de no criminalizar a las mujeres que protestan, y dijo que a veces suena dulzón y débil.
“Expresiones retóricas tan fáciles y tan oficiales como ‘no criminalizaremos la protesta’ pueden ser apenas la punta de un iceberg de dimensiones riesgosas al que, a veces, parece que nos hemos acostumbrado”, aseguró en el editorial de Desde la Fe, su medio de comunicación.
“Y sigue siendo urgente una atención profunda, permanente y eficaz, pues de continuar con remedios superficiales, ocasionales y dulzones, sólo le estaríamos apostando a una violencia mayor. Actuar no es sinónimo de reprimir. Actuar como autoridad democrática es garantizar la paz, defender los derechos y la seguridad de todos. Lo otro es una omisión hipócrita de responsabilidades elementales”, señaló.
El pasado 16 de agosto, cientos de mujeres marcharon desde la Glorieta de Insurgentes para protestar en contra de los abusos sexuales cometidos por policías en fechas recientes y para repudiar la violencia en su contra.
Las manifestantes avanzaron por las calles de la capital con pancartas, brillantina rosa y morada, pañuelos verdes y mantas. El contingente partió de la Glorieta de Insurgentes hacia avenida Paseo de la Reforma. La marcha circuló por la calle Génova y las manifestantes se dirigieron a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CdMx).
Fue después de las 18:00 horas que la protesta cambió de tono: algunas mujeres realizaron pintas y destrozos en las inmediaciones de la Glorieta de los Insurgentes que dejaron daños la estación del Metrobús, donde también se prendió fuego. Posteriormente incendiaron la estación de Policía Florencia, ubicada a unos metros de distancia. Algunas asistentes escribieron consignas de denuncia, y luego rompieron los cristales y mobiliario.
Dos días después, Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa de Gobierno capitalina, afirmó que de haber utilizado a la policía durante la protesta se hubiera acrecentado la violencia. “Creo que si hubiéramos intervenido en ese momento, lo único que hubiéramos hecho es acrecentar la violencia en la ciudad”, dijo.
Más tarde Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, respaldó la decisión del Gobierno de Sheinbaum de no emplear el uso de la fuerza pública contra la protesta de mujeres.
“Una mano dura que tome el camino de la represión –sea abierta y pública, o escondida y hasta legalizada como la llamada ‘ley garrote’- es tan reprobable como una mano blandengue que ignore el camino de responsabilidades y derechos, que diga que va a arreglar todo con abrazos amorosos o tolerando impunidades selectivas. Ambas manos también se constituyen en catapulta de una violencia latente que tarde o temprano se vuelve más difícil de contener en el marco de las instituciones y las leyes”, sentenció el semanario católico.