
La violencia ligada al narcotráfico en Chiapas continúa provocando desplazamientos forzados. Este lunes, el gobierno de Guatemala informó que alrededor de 100 mexicanos se refugiaron en una comunidad fronteriza tras huir de enfrentamientos entre grupos criminales en el sur de México.
Los migrantes se asentaron en la aldea Guailá, en el departamento de Huehuetenango, donde fueron albergados en la escuela local y reciben asistencia humanitaria.
La vocera del Instituto Guatemalteco de Migración, María Enamorado, explicó que la llegada del grupo inició el pasado 10 de agosto y que la causa principal es la violencia creciente en Chiapas, atribuida a disputas entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Una crisis que se repite
No es la primera vez que la región enfrenta un éxodo. El año pasado, 600 mexicanos cruzaron la frontera por motivos similares, permaneciendo en Guatemala cerca de siete meses antes de regresar a sus comunidades.
Analistas señalan que la disputa entre cárteles por las rutas del tráfico de drogas ha generado un clima de inseguridad que impacta directamente en la población civil, obligándola a abandonar sus hogares.
Compromiso de reforzar la seguridad
El viernes pasado, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, se reunió con su homólogo guatemalteco, Bernardo Arévalo, donde acordaron fortalecer la seguridad en la frontera y atender de manera conjunta la crisis humanitaria.
El encuentro ocurrió tras la polémica incursión de policías mexicanos en territorio guatemalteco hace dos meses, un hecho que desató tensiones diplomáticas y obligó al gobierno mexicano a ofrecer disculpas oficiales.
Con información de AFP
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