Opinión

En la EDUCACIÓN, la CIENCIA y la CULTURA

Hugo Carbajal AguilarLa Lógica del Mercado

El pasado lunes 20 de agosto se llevó a cabo el Foro Situación y Diagnóstico de la Educación en México: Perspectivas y posibilidades, al que fui invitado a participar. Fue en el local del STUNAM y convocaron 15 organizaciones. Presenté el trabajo llamado: La Lógica del Mercado en la Educación, la Ciencia y la Cultura: una amenaza a la formación integral.

Se trató –como señalaron en los objetivos– de generar una reflexión compartida sobre los paradigmas actuales, de conocer y proyectar propuestas que promuevan el aprendizaje creador, el diálogo receptivo y la vocación pacífica como forma de vida de nuestros pueblos. Así mismo, generar iniciativas para la sistematización de conceptos y metodologías que incentiven la pasión por el conocimiento junto con el compromiso social.

Justamente de aquí se deriva mi reflexión compartida en tanto que la orientación actual en universidades privadas, algunas públicas y los tecnológicos del país –ausentes de toda reflexión en estos menesteres– han subordinado la preparación profesional a las necesidades y demandas del mercado. Esas instituciones son servidoras de las empresas en tanto surtidoras de mano de obra abundante, barata, flexibilizada y certificada con ISO 9000.

Y este otro objetivo que destaco por su importancia: Analizar las aportaciones de los modelos de educación del Buen Vivir y de los pueblos originarios indígenas de todo el país.

Lo rescatable de estas iniciativas es que dan cuenta de que hay buen número de personas comprometidas e informadas que se dan a la tarea de continuar con enjundia suficiente los trabajos necesarios para el país, en este caso lo referente a la problemática educativa. Participaron –entre otras– las Secciones X de la Ciudad de México, la XVIII de Michoacán que ha venido presentando un trabajo extraordinario con sus compañeritos y se mencionó también a la XXII de Oaxaca.

Se trata de contribuir al cambio, de superar tendencias dogmáticas, de promover el diálogo, de manifestar nuestras posiciones diversas e integrarlas. En fin, se trata de que los trabajadores de la Educación de todos los niveles se hagan presentes. En mi muy particular apreciación los maestros –más mujeres que hombres– del nivel Básico son quienes deberían llevar la sartén por el mango. Los de educación media y, mal llamada, superior deberían apegarse a lo estipulado por los de la base para continuar la formación de niños y jóvenes con sentido humanista, integral para que fructifique. Necesitamos una juventud crítica, consciente, conocedora de su Historia, participativa, agente de cambio. Aparte de suscitar en todos la pasión por el conocimiento y el apego al método científico se trata de estimular el compromiso social.

Tenemos que entender la educación como un proceso continuo de generación de experiencias, conocimientos, conceptos, habilidades, incluso valores si se quiere y tecnologías para impulsar el poder de realización individual y comunitaria así como su proyección y compromiso social. La educación –como afirmaba y defendía Paulo Freire– debe ser entendida como práctica de la libertad.

Vamos, no se trata de preparar a nadie para que vaya a ofrecer lo aprendido en el Mercado y se ofrezca como una mercancía más prostituyendo su trabajo. Eso se reduce a la mera instrucción que da lo mismo si se trabaja como cajero en un banco, como dependiente de un Oxxo o como despachador de gasolina, aunque debemos comprender que el trabajo dignifica independientemente del oficio que se desempeñe. No se trata de ningunear, únicamente de establecer la diferencia entre Instrucción y Educación. Esta última incluso no tiene que ofrecerse en las aulas escolares porque implica un proceso vital.

La Secc. XVIII de Michoacán (CNTE) realizó ya su decimoquinto Taller del Educador Popular al que puede considerarse el espacio regional más grande de educadores de nuestra América Latina, pues llegó a tener hasta 6 mil. Hubo talleres específicos, conferencias, mesas de trabajo donde se analizaron y estudiaron contextos locales y globales de las reformas educativas, se aprendieron pedagogías críticas para entender los saberes de nuestros pueblos originarios y oprimidos. Organizaron ya una economía solidaria y de sustentabilidad ambiental desde la escuela y desarrollaron habilidades para la educación lúdica, deportiva, artística y cultural que contradice de facto lo que la malhadada reforma educativa tecnocrática pretendía imponer.

Deberíamos comentar también el Programa Democrático de Educación y Cultura para el Estado de Michoacán (PDECEM) al igual que lo que el Tecnológico Nacional de México (TecNM) ha llamado el Nuevo Modelo Educativo. Advertiremos las notables diferencias. Por lo pronto este Foro ya inició y por supuesto continuará con sus trabajos. Estaremos pendientes.