Opinión

La rabia incontenida

Por María Teresa Jardí

La violencia en México es regla de Estado. Se convirtió en eso con la declaración de guerra en contra de los narcotraficantes, que no del narcotráfico, declaración de guerra de Calderón Hinojosa al servicio de los mandatos del imperio yanqui. Falsa guerra en contra del narcotráfico que es jugoso negocio capitalista. Guerra de exterminio contra el pueblo mexicano. Los pobres sobramos. Guerra al servicio de los grandes capitales convertidos en monstruos que no tienen llenadera.

Conocer aunque sea de manera somera la historia de la humanidad enseña que cuando se llega al punto en el que la rabia no se puede contener se rompen vidrios. La conquista de cada derecho se ha pagado siempre con la sangre de los pueblos.

La guerra es descomposición y barbarie. Y el alto precio de la farsa trae consigo otros crímenes, también jugosos e incluso más abominables.

La violación sexual se ha tornado hecho cotidiano y la trata de mujeres y de niñas incluso para dirigentes políticos es forma de vida, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre es un buen ejemplo de impunidad encubridora de complicidades. Los pederastas en México tienen permiso. Y también financian al Vaticano, Marcial Maciel es sólo otro ejemplo.

En México la escalada en contra de las mujeres y de las niñas es hoy brutal, violenta, asesina. Las mujeres son objetos y a las jóvenes se le mata también para evitar que den vida a otras mujeres que no sean capaces de contener la rabia ante la condena a muerte que el capitalismo decreta. En México el feminicidio se ha convertido en regla tolerada y a lo largo de los últimos sexenios se le ha transformado en genocidio.

Me habría gustado escuchar a Claudia Sheinbaum declarando el primer día que entendía a sus pares en lugar de llamarlas provocadoras. Poniendo énfasis en la investigación en marcha en contra de los policías acusados de violación incluso de una menor cuya impunidad hasta ahora ha hecho estallar la rabia contenida por las jóvenes que rompieron el vidrio de la puerta de la Procuraduría.

Sí, está muy bien, y estoy de acuerdo en eso de que en los Estados de Derecho no se fabrican culpables. Pero en los Estados de Derecho tampoco se solapan las violaciones y menos aún las cometidas por policías. Y en México se necesita construir ese derecho.

Me habría gustado escuchar a Ernestina Godoy explicando el porqué no están presos todavía los policías acusados de las violaciones. Y conste que estoy de acuerdo en que los cambios en cuanto a las titulares que como jefa de Gobierno y como Procuradora de la Ciudad de México se desempeñan: son incomparablemente mejores que su antecesora y sus antecesores. Nada que decir al respecto.

Pero pobre del todo el argumento de que “nosotras no caeremos en eso”. ¿Eso qué? ¿No es más ilegítima la violación del cuerpo de las mujeres, incluso una de 17 años, que colgar una cabeza de cerdo comprada presumiblemente en una carnicería, que decorar con diamantina a un funcionario, que la ruptura de una puerta de vidrio, no es más inmoral la violación cometida por policías que ahora se encuentran al servicio del gobierno del cambio a la 4T o a la 4 refundación del PRI como yo pienso que está sucediendo?

Sí, me respondo: es más inmoral, más ilegal, más ilegítimo, más inaceptable, más criminal la pervertida conducta de los policías violadores. Efectivamente los cambios se van viendo en las pequeñas cosas y en esas la cero impunidad debe ser regla de funcionamiento y más aún si no queremos ver engrosar la Guardia Nacional con policías violadores, convirtiéndola en mucho más cuestionable y peligrosa.