Virtud revolucionaria es la digna valentía. En situaciones extremas con peligro de muerte, aparece como recurso supremo de emulación esa práctica empeñada en dar buen ejemplo para que se reproduzca. Duele, por tanto, la despedida de Guillermo Almeyra en su escrito final de elocuente título: “La última batalla”. Sufrió una caída en la que se rompió la cabeza del fémur del golpazo tan fuerte y doloroso. La operación necesaria fue pospuesta en espera de una improbable mejoría de su deficiencia pulmonar, todo lo cual narró en su escrito postrero. No perdió la última batalla, previó la retirada y la realizó con valiente dignidad. Rememoró su ruptura con el trotskismo posadista, sus enfrentamientos políticos, sus trabajos universitarios y sus cincuenta libros, sus ensayos periodísticos, sus intervenciones sindicales, todo con la mira puesta en el tránsito al socialismo. No mencionó los malestares y las diatribas por sus críticas sin autocensuras. Recuerdo, en especial, sus artículos sobre la Nueva Constitución Cubana y los cambios en el tránsito al socialismo acosado por los bloqueos imperialistas. Pensar por cuenta propia fue la consigna marxista cumplida por Almeyra a cabalidad.
El grito en el cielo cenagoso del poder empresarial costó la renuncia del historiador Pedro Salmerón al Instituto de Estudios Históricos de las Revoluciones en México. Consecuente con su clasismo prepotente, los empresarios organizados y sus sicarios televisuales y periodísticos, manipuladores de las redes sociales, no soportaron el calificativo de valientes a los militantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre al intentar el secuestro del regiomontano octogenario Eugenio Garza Sada, muerto en el asalto con dos de sus fieles guardaespaldas que alcanzaron a matar a dos de los atacantes.
Incorporarse a una organización clandestina contra el capitalismo causante de la miseria creciente en México y el mundo, renunciar a la familia, al sueldito seguro para sobrevivir, a cambio de una vida de riesgo constante aliviado por la seguridad de hacer lo justo y necesario, planear operativos con peligro de muerte hasta en el Monterrey de los ricos más ricos de México, requiere de valentía fundamentada en el conocimiento histórico y social. Monterrey no es sólo de los ricos es el título de un libro de la comunista Sandra Arenal, investigadora de las colonias populares, los conflictos laborales en la Fundidora, en la Cervecera de los Garza Sada, en la vida cotidiana de los forzados a la migración.
Se necesita valentía para construirse una vida en peligro constante ante la represión del Estado, los empresarios, los sicarios armados y los exaltadores de los multimillonarios que generan empleos, servicios, educación para reproducir su enorme poder, tal como ocurre con el fundador de la Cervecería Cuauhtémoc y los primeros locales de la Cruz Roja, los bomberos y el Instituto Tecnológico de Monterrey, formador de cuadros empresariales en todo México. Oponerse a este poder, planificar y ejecutar una acción ejemplar, exigió valentía histórica y social que costó la vida a dos jóvenes con nombres olvidados.
Por esto importa la entrega del Premio Carlos Montemayor a Francisco Lugo Hernández y Francisco Ornelas, sobrevivientes del Grupo Popular Guerrillero que atacó el Cuartel Militar de Ciudad Madera el 23 de Septiembre de 1965. Informados los militares por un traidor infiltrado, acribillaron a los atacantes y el Gobernador Práxedes Giner Durán declaró en su entierro: “puesto que era tierra lo que peleaban, denles tierra hasta que se harten”. “Mujeres del Alba”, es el nombre del premio entregado a Alma Gómez Caballero como homenaje a la retaguardia de compañeras en campaña permanente por la verdad y la justicia.
David Cilia, tenaz editor de libros y artículos sobre la Liga Comunista 23 de Septiembre, ha declarado que volvería a militar en ella de ser posible. Felipe Edgardo Canseco de Unión del Pueblo y luego del PROCUP–PDLP cuando lo que sobrevivía de la organización comandada por Lucio Cabañas coordinó trabajos con los organizados de Jalisco, Oaxaca, Veracruz y Chiapas, ha argumentado la contribución a la verdad y justicia históricas, a la democracia profunda que es popular o no es más que negocio de partidos y consorcios patrocinadores. Prisión fecunda vivió con sus compañeros organizados y lograron la licencia para escribir, con la participación de las dos compañeras con un permiso especial de la dirección del Reclusorio Norte, sus experiencias como aportación revolucionaria. Salieron de prisión, fundaron Izquierda Democrática Popular en acción amenazada por los traficantes de tierras, casas, aguas y transporte público. Canseco se graduó en Derecho con una tesis sobre la cuestión agraria, cursó la maestría también en la UNAM, ganando tiempo al tiempo para destacar como abogado de oaxaqueños de la Sierra Mixe. Ni él ni sus compañeros y compañeras han dejado de sufrir constantes amenazas por grupos paramilitares protegidos por policías y el Ejército.
Marko Cortés, el torpe político al frente del agónico Partido de Acción Nacional, la locutora metida a diputada Lily Téllez y el patán Vicente Fox, han declarado contra Pedro Salmerón. El analfabetismo macho de Fox concretó la mentada de madre con todas sus letras para la Cuarta Transformación, sentenciada por él a la chingada. Todo frente a unos cuantos partidarios celebrantes de sus ocurrencias que son mucho más que eso, porque revelan la desesperación frente a un gobierno que no favorece sus negocios chuecos. Son un peligro para México.
Abajo y a la izquierda, contamos con la valiente dignidad el próximo 26, a cinco años del cobarde ataque en Iguala con todos los recursos represivos del Estado, para levantar la indignación internacionalista y exigir la aparición con vida de los +43, el castigo a los culpables protegidos por el Poder Judicial y el fuero de hecho del Ejército, la Marina y las policías, portadores históricos de la cobardía en armas contra la resistencia popular por la verdad y la justicia. El próximo miércoles 25 en la Escuela Nacional de Maestros y con la presencia de su viuda y su pequeña hija de cinco años, homenajearemos a Julio César Mondragón Fontes quien fue torturado hasta arrancarle vivo el rostro y los ojos. El terrorismo de Estado no ha logrado disminuir la digna rabia y sus recursos de constante movilización, denuncia y desconfianza ante la impunidad de culpables tan evidentes como Tomás Zerón, Director de Investigaciones Especiales en la Procuraduría de 2014, protegido en nuevos cargos oficiales. El Procurador Murillo Karam, inventor de la “verdad histórica” negada por los expertos internacionales y por los testimonios de los sobrevivientes y los vecinos, anda tan impune como el ex gobernador Aguirre Rivero y los 24 liberados por el Primer Tribunal Unitario de Tamaulipas. El periodismo sicario de Fernández Menéndez, Illades elogiado por Aguilar Camín, Sergio González Rodríguez, prosigue su justificación de las infamias, todo lo cual exige mantener el alerta rojo con movilizaciones que van procreando solidaridades nacionales e internacionalistas.