Opinión

Cuestión de inteligencia

María Teresa Jardí

Todopoderosos dioses “elegidos”, que se sienten los gobernantes en México, en el caso de Vila Dosal, se canceló él mismo la fiesta en la que soñó que podía ser convertido su primer Informe de gobierno. Eligió reprimir a sectores de un pueblo que se manifestaban en contra de decisiones ilegítimas –e incluso ilegales– y, las que, en todo caso, no supo “vender” de manera adecuada. Del día de su Informe lo que circula en el mundo son las grabaciones de la represión que en contra de un pueblo inerme se ejerció en Mérida. No deja de ser algo parecido a cierta “justicia divina” el vuelco a lo de las cámaras para observar y vigilar a los ciudadanos, que de manera ilegal quiso cobrar Vila de la mano de una instancia federal, encabezada por un amigo perdonado por AMLO, tornadas en grabaciones de celulares en manos de gobernados que recorren el planeta exhibiendo lo que en Mérida sucedió el domingo pasado. La represión del día 20 marcó para siempre al gobernante panista. Las represiones pasan las facturas, que nadie lo dude, a los que se reparten el poder con un entreguismo que espanta ante los globalizados y depredadores dueños reales de los membretes que detrás de logos y marcas transnacionales se han convertido en amos del mundo.

Convertido Yucatán en un Estado maquilador optó, Vila Dosal, el domingo pasado por hacerle a AMLO el trabajo sucio generador del miedo. La necesaria, aunque tan inconveniente siempre, paz de los sepulcros. Y sumadas las maquiladoras a la decisión de la Cuarta de seguir depredando y despojando con el mal llamado Tren Maya y consintiendo el avance de las contaminantes granjas porcícolas y de los campos sembrados de soya, eólicas y fotovoltaicas, el PAN perdió el 20 de enero la oportunidad de convertirse en oposición real, a lo mucho que están tirando a la basura los de MORENA, que antaño defendían al lado del pueblo en contra del PRI y del PAN.

Tan inteligente y tan fácil que habría sido dejar llegar la marcha a su destino y aunque con el ruido de las consignas de afuera, una vez terminada la lectura del Informe ante los elegidos para darlo, los ciudadanos se habrían retirado y las notas periodística seguirían siendo sobre ese Informe y no sobre la represión incluso a ancianos y niños. Que la marcha fuera acompañada por algunos de MORENA habla bien de ellos, más inteligentes por lo que toca al ejercicio político. Aguantarse la manifestación y sus consignas era lo digno y lo decente y sobre todo lo inteligente. Subir de tono la represión anuncia que se camina a un incierto puerto nada conveniente para la clase política ni para la frágil tranquilidad que en Mérida todavía se vive. México es un polvorín avalado por la impunidad y Yucatán no va a tardar en verse inmerso en la barbarie que en otros estados del país se ha convertido en forma de vida. La crónica así lo anuncia y rara vez las crónicas anunciadas se equivocan. Primero se atacó a las mujeres violadas y abusadas por pintar unas piedras amenazando incluso con encarcelarlas y se está permitiendo la apología del delito en contra de las jóvenes que denuncian el abuso cometido por universitarios hijos de los muy ricos y continuar la represión echando granadas de gas en contra de maestros y burócratas es imbécil por decir lo mínimo y el logro es que hoy Yucatán destaca en el mundo por su represión del domingo y si no se para la represión hasta lo de la venida del turismo depredador va a convertirse en sueño guajiro. Cuestión de inteligencia.