Opinión

Destacados Militantes de Morena

Hugo Carbajal Aguilar¿Convencidos o convenencieros?

Un Taller de formación política e ideológica tiene que ver con la Historia, la Economía y la Cultura de nuestro país. Tiene que ser un Taller histórico, económico y cultural donde se exija a sus militantes sean gente consciente, bien informada y comprometida con el cambio. Un cambio no sólo de maquillaje sino radical, desde abajo y a la izquierda para que nuestro pueblo adquiera su libertad en todo sentido.

¿Cuántos desastres naturales y humanos más necesitamos para exigir este cambio? ¿Cuántos pleitos inútiles con panistas y/o con, da igual, con priístas y todavía más, con los perredistas, queremos para entender la urgencia de esta transformación social? ¿Quieren ellos encabezarla? ¿Son capaces? ¿De verdad la proponen o la desean? ¿No es verdad que han entregado el país entero a la Banca Internacional y a las empresas transnacionales? ¿Que sus amos son el FMI, la OCDE y el BM?

Una muestra de que ya empezó el cambio es que repentinamente han surgido por todas partes muchos analistas críticos de este nuevo gobierno que seguramente estaban agazapados o, más bien mudos, ciegos y sordos porque todo lo que hacían los salinistas, zedillistas, calderones, peñas y foxes pasaba sin mayor trámite y preámbulo. Nadie se daba cuenta de nada, estaban en la inercia total. Un profesor de un Tecnológico afirmó públicamente que Zedillo había entregado una Economía sana. ¡Háganme el favor!

Y es que apenas asumió el poder este presidente, emergieron desde el fondo de los recovecos más obscuros infinidad de críticos y analistas que ahora ejercen su libertad de expresión, sus arengas, sus quejas y sus mentadas con más que enternecedora arrogancia.

Hay que discutir, que debatir con argumentación suficiente y válida, no con meras opiniones. De ahí la exigencia a los MORENISTAS que convencidos se comprometan en la transformación. Están obligados a recuperar la Historia de nuestra patria grande, nuestra Amerindia, a conocer sus luchas, sus guerrillas, sus sacrificios, a insertar a nuestro país en ese esquema afroindolatinoamericano con sus propias raíces, identidades culturales, anhelos y esperanzas de libertad para diseñar su futuro independiente. Vamos, esta orientación izquierdista y revolucionaria tiene más que fundamentos económicos, políticos, culturales para hacerse presente.

Razones hay y de sobra. Aquí, por ejemplo, estas preguntas que consideramos relevantes para ubicarnos en estos tiempos y espacios.

En cuanto al período de la Reforma, ¿cuál fue el objetivo principal de la lucha de Benito Juárez y los liberales?

¿Cuáles de esas Leyes de Reforma tuvieron impacto y consecuencias socioculturales y económicas?

¿Quiénes trajeron y por qué a ese emperador extranjero de la casa de los Habsburgo que asumió así, sin más, el poder en nuestro país?

¿Qué significaban la Iglesia y el Ejército de ese entonces para el pueblo? ¿Por qué tenían fueros y en qué consistían?

En el período revolucionario, ¿cuáles fueron las luchas principales? Explíquelas.

¿Qué significaron Zapata y Villa? ¿Cuáles fueron las causas y cuáles las consecuencias del movimiento revolucionario de 1910?

¿Qué sistema económico se instauró a partir de la Constitución de 1917? Claro, no inmediatamente.

Más adelante… ¿Cuáles fueron los trabajos más importantes de Lázaro Cárdenas?

¿Qué sistema económico se ha venido imponiendo a partir de los últimos 6 sexenios? ¿En qué consiste?

¿Cuáles han sido sus resultados económicos, políticos y culturales?

¿Por qué fueron reformados algunos artículos de nuestra Constitución? ¿Cuáles fueron? ¿Con qué propósito?

¿Qué consecuencias hubiesen acarreado la imposición de las reformas energética, laboral y educativa?

Estos cuestionamientos que son muy pocos pueden ser discutidos con amplitud en sus talleres, como ven falta uno de los períodos a considerar que sería el de la guerra de Independencia y que también merece ser estudiado. Tenemos así, la Independencia, la Reforma, la Revolución y ahora éste que quiere ser el 4º. Período, de ahí la 4T.

Hagamos más, insertemos a nuestro México en las luchas latinoamericanas, no podemos aislarnos de esos movimientos. Veamos una perspectiva histórica a partir de la Revolución cubana, de ahí a la Unidad Popular chilena, al Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional de El Salvador, al Ejército Guerrillero de los Pobres de Guatemala, al Frente Sandinista de Nicaragua. Son momentos constituyentes.

En todos, y desde nuestra Revolución de 1910, la lucha se ha significado contra la oligarquía, asumiendo el antiimperialismo y proponiendo la reconstrucción nacional. La Revolución cubana abre las luchas democráticas al socialismo y al anticapitalismo y se constituye como de liberación nacional.

La Unidad Popular chilena incorpora la vía pacífica al socialismo con 5 puntos básicos frente a la insurrección armada. Nunca la dejaron en paz y la acabaron por la vía de la represión y los crímenes perpetrados por Henry Kissinger y Richard Nixon. Ahora Chile se muestra una vez más y exige a su paniaguado presidente renuncie y se largue acabando con la represión.

La revolución sandinista se declaró nacional, democrática, popular, antiimperialista y de economía mixta. El himno sandinista decía en una de sus frases: Luchemos contra el yanquee, enemigo de la humanidad. Hoy, los antes revolucionarios sandinistas, Daniel Ortega y su amantísima esposa, traicionan esa revolución armada plena de sacrificios para obedecer disciplinadamente a las empresas reprimiendo, amenazando a su propio pueblo.

El concepto de socialismo se difumina y abre una discusión en la izquierda latinoamericana. El aporte más significativo lo ha dado el EZLN. Ya lo veremos.

¿Se advierte que la lucha no se reduce sólo a espacios electorales? Hacer el cambio revolucionario implica tomar conciencia de él, insertarse en el compromiso y actuar. Si sólo se tienen aspiraciones electoreras la idea de cambio queda trunca y se vuelve inútil.

Los cambios auténticos se realizan con un puñado de convencidos, pero fracasan por una multitud de convenencieros. ¿De qué lado nos situaremos? Porque, en cuanto animal político -decía Aristóteles- el ser humano está invitado a hacer posible el bien común, la justicia y la solidaridad en el mundo. Asimismo está llamado a asumir el poder no como dominio sino como servicio a los demás, sobre todo a los más necesitados. En el marco de la democracia, promoverá la participación ciudadana como estilo de vida digno de los sujetos. Sus proyectos y sus esfuerzos han de estar encaminados a rescatar la dignidad de los seres humanos y a hacer realidad la vivencia y la defensa de los derechos humanos.