Por Miguel Ángel Fernández
CHETUMAL, 30 de noviembre.- Mientras se gastaron millones de pesos en sueldos de la alta burocracia municipal, el gobierno que encabezaron Luis Torres Llanes y María Luisa Alcérreca Manzanero, presumía de una falsa austeridad
En la actualidad la comuna enfrenta una situación financiera delicada por el despilfarro y desvío de recursos durante la administración 2016-2018, en la cual el alcalde, Luis Torres Llanes simulaba en transparencia ganar 12 mil pesos, cuando en realidad sus ingresos rondaban los 250 mil pesos mensuales. El enorme gasto en sueldos propició el abandono de los servicios públicos y la obra para mejorar la infraestructura.
Y es que, en una auténtica burla a la inteligencia de los othonenses durante la administración 2016-2018, la página del ayuntamiento mostraba que Luis Torres Llanes ganaba como presidente municipal, alrededor de 500 pesos diarios. Además, aparecía que los regidores cobraban 9 mil pesos quincenales, y que los directores ganaban entre un mil 500 y 3 mil pesos, cifras totalmente irreales.
De tal manera, el alcalde “del cambio” disfrazó de transparencia una nómina de falsedades, que sólo escondió lo que verdaderamente ganaban los altos funcionarios municipales, por lo que las consecuencias están en el quebrando financiero que pesa hoy sobre el municipio de Othón P. Blanco.
La discrepancia en el listado publicado en 2017, mostraba a coordinadores que ganaban 4 mil pesos quincenales, mientras los directores generales apenas un mil 500 pesos.
La entonces tesorera, María Luisa Alcérreca Manzanero, reportaba que ganaba 3 mil 930 pesos, suma inferior a la que reportaba la jefa del departamento de la Dirección de Egresos, Viridiana Olivera Montalvo, con percepción quincenal de 4 mil 488 pesos.
De acuerdo con ese listado publicado en la página electrónica del ayuntamiento, los regidores ganaban 9 mil 948 pesos, supuestamente divididos de la siguiente manera: un mil 200 pesos de sueldo, una compensación de un mil 300 pesos, canasta básica por 46 pesos, compensación para regidores de 4 mil 247 pesos y previsión social por 3 mil pesos.
El entonces secretario general Roger Peraza Tamayo, supuestamente ganaba 3 mil 950 pesos quincenales; la síndica Marcela Rojas, 9 mil 848 pesos; el entonces oficial mayor Edgar Sandoval, 3 mil 28 pesos quincenales, y el director de Obras Públicas, Roberto Chim, 3 mil 199 pesos.
Ahora esa mentira ha quedado al descubierto, mediante la solicitud de información UVTAIPYPDP/516/2018, en la que se informó que durante la administración pasada, el monto total pagado a los funcionarios públicos de nivel director hacia arriba fue de casi 130 millones de pesos. Obteniendo la siguiente información.
Del mes de octubre del año 2016 al mes de septiembre del año 2018, en 24 meses, en la Presidencia Municipal y la Secretaría Particular se pagaron compensaciones de 7 millones 947 mil 645 pesos. Dando esto un promedio mensual de 331 mil pesos. Los regidores se llevaron la nada despreciable cantidad de 30 millones 189 mil 500 pesos, divididos entre la síndica y 15 regidores. La cantidad por cada uno es de 1 millón 886 mil 843 pesos, en contraste con el área de personal administrativo del área de regidores, donde las compensaciones pagadas fueron de 38 mil 900 pesos.
Otra de las dependencias que se adjudicaron jugosas compensaciones fue la Tesorería Municipal, en la cual se pagaron 18 millones 502 mil 580 pesos, haciendo una severa incongruencia, debido a que el área que cuenta con mayor personal en el ayuntamiento es la Dirección de Servicios Públicos Municipales, en la cual solamente se pagaron 5 millones 506 mil 250 pesos. Los directivos del DIF municipal obtuvieron pagos por 4 millones 625 mil 850 pesos, en el área de Oficialía Mayor fue de 11 millones 656 mil 900 pesos.
La severa situación en la que se encuentran hoy los ciudadanos del municipio capitalino —padeciendo basura en las calles, camellones enmontados, baches y desfondes por muchas calles de la ciudad; así como los trabajadores que no cobraron sus compensaciones durante 3 meses, deudas a proveedores dejadas por 44 millones de pesos, y un sin fin de problemas financieros—, contrasta con la generosidad con que los directivos encabezados por Luis Torres Llanes y María Luisa Alcérreca Manzanero se sirvieron salarios exorbitantes, sin importarles la problemática que se dejaría al municipio.
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