De la Redacción
TULUM, 15 de octubre.- El daño al medio ambiente nadie lo frena, tras lograr los desarrolladores su objetivo, pese a que los lugares no son apropiados para ello, lo que ha provocado que las autoridades de Desarrollo Urbano y Ecología, ejecuten diversas acciones de suspensión y clausura al parecer tras carecer de permisos.
Luego de la adquisición de predios en donde abunda el manglar entre otras especies, en zonas en donde las obras no están permitidas tras las violaciones a las normativas ambientales.
Al final, las obras se ejecutan, a pesar que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), proceda con las clausuras a sabiendas que tras pagar las multas y reforestar en zonas que las mismas autoridades les indiquen, siendo suaves las leyes mexicanas, es por ello, por lo que siguen tales actos.
Es en la franja conocida como Tankah, en el cual las autoridades de la Dirección General de Desarrollo Urbano y Ecología, han procedido con las acciones de al menos dos predios, en uno de esos en donde han hecho una profunda zanja al parecer sin que para ello cuenten con los debidos permisos.
La amenaza es latente, pues incluso en áreas con manglar, ecosistemas diversos, y de gran importancia ecológica, el cual brindan una gran variedad de valores ambientales.
Ahí, en uno de estos predios, ya los ecocidas han arrasado con la mayor vegetación del sitio, únicamente han dejado un escaso follaje de manglar, en cuyo suelo se observan las aguas estancadas, pero que igual corren la suerte de ser arrasados y el lugar rellenado como siempre sucede.
Tras detectar estas afectaciones, las autoridades municipales han procedido colocando sellos de clausura, manteniéndose paralizada la devastación en ese punto, aunque hay que ver hasta cuándo.
Pues, no se ha visto una obra clausurada al menos en esa zona del municipio de Tulum, que permanezca en las condiciones de cuando fuese clausurado.
En estos casos no ha procedido la Profepa, únicamente ha procedido el municipio mediante Desarrollo Urbano y Ecología.