Quintana Roo

Revivan los Difuntos Fieles

Por Eva Murillo

 

¡Vivan los Muertos!, gritaba una familia mientras avanzaba por el pasillo principal del panteón Los Olivos, bailando al ritmo de las notas de las cumbias que inundaron el lugar mientras cargaban los utensilios con que limpiaron la tumba de su familiar.

Este 2 de noviembre, fue el día más concurrido de las festividades por Todos los Santos y los Fieles Difuntos, fue necesario partir en dos el acceso, para que uno de los lados fuera salida y el otro la entrada, pues las personas se atropellaban al querer ingresar o irse.

Una verdadera fiesta fue lo que se vivió en el panteón en el marco del Festival Cena de Ánimas, los cancunenses y hasta familias extranjeras llegaron para observar lo que las autoridades municipales prepararon para hacer de la tradición mexicana un día de alegría, justo ahí donde descansan los que a su manera aportaron al crecimiento de Cancún.

Esta noche los muertos fueron los anfitriones y sus tumbas sirvieron de mesa; alrededor de ellas se acomodaron las personas para comerse los platillos tradicionales que cocinaron en casa. Pareciera que la oscuridad ayudó a pasar por alto que sólo una delgada losa de cemento separaba sus alimentos de los restos humanos.

Nada importó, las tumbas abiertas, losas con huecos desde donde fue posible observar lo que aún queda del fallecido, no impidieron que cientos de personas se aventurasen a dar una caminata entre las tumbas, mientras que a lo lejos se seguía escuchando la música de las cumbias.

Hombres y mujeres vestidos de calacas, danzaron en zancos por todo el pasillo central de Los Olivos, bailadores de música tradicional portando el típico traje yucateco pero con el rostro pintado de ‘muerte’, caminaron a paso lento por todo el panteón.

Las horas pasaron y las personas seguían llegando, unos con bocinas para poner a su muerto su música favorita, otros con su guitarra para ellos mismos cantarle al familiar que se fue, deteniéndose a comprar lo que por las prisas se les olvidó llevar, como el copal, cerillos o una veladora.

El lugar estuvo vigilado por elementos policiacos y personal de Protección Civil recorrió el lugar, además un camión de Bomberos y toda su tripulación estuvieron listos para actuar en caso de una emergencia, pero cuando llegaron las autoridades municipales también lo hizo un grupo de militares.

El tiempo transcurre y el dolor de la pérdida va siendo ocupado por los recuerdos, los bonitos recuerdos que se transmiten a los más pequeños, como los de la familia que salieron del panteón gritando: ¡Vivan los Muertos!