Quintana Roo

Realizan corrida de toros

Por Lusio Kauil

JOSE MARIA MORELOS, 19 de diciembre.- La primera corrida de toros de la fiesta tradicional de esta comunidad en honor al Santo Niño Dios, se llevó a cabo la tarde de ayer y no importa que haya una ley que lo prohíba, porque es tradición del pueblo, dijo ayer don Melchor Moen, veterano palquero de la cabecera.

Comentó que desde que él tuvo uso de razón, ha visto que lo mejor de las fiestas tradicionales está en la corrida de toros, porque ahí todo mundo llega.

Y, agregó que no es que ese tipo de eventos sea un negocio, porque no lo es, sino que, más bien es un evento en donde se entretiene toda la familia.

Indicó que aquí no hay ley que valga más que la tradición y si los diputados aprobaron para que se prohíban las corridas, nada más están fregando, porque ellos se la pasan sentados en sus oficinas recibiendo mucho dinero, criticó.

Manifestó que ellos, como palqueros, se entregan a la construcción del ruedo taurino una semana antes del inicio de la fiesta no porque estén pensando hacer dinero, sino su mejor deseo es que la gente se divierta, remarcó.

Don Melchor Moen expresó que la corrida de toros, sí fue aprobada su prohibición por los diputados, que bien, que tengan ahí la ley, porque aquí en el pueblo, hizo ver, la que manda es la tradición y no habrá nadie que lo prohíba, sentenció.

Abundó, esos diputados o alguna autoridad del estado llegara aquí e intentará prohibirla, “los vamos a guerrear, vamos a defender esta tradición, como defendieron sus tradiciones los indios”, aseguró.

Para don Melchor, los animales, por naturaleza fueron dados por Dios, para que el hombre los sacrifique y los coman y, también ofrezcan diversión como el caso de los toros.

Comentó que él a sus 75 años, recuerda que de niño lo llevaba su papá a Tah Dziu, Yucatán, a las corridas, porque él era vaquero, y en esos años nadie decía si se tenía que prohibir las corridas como lo quieren hacer ahora, recordó.

El palquero expuso que durante las corridas de toros se mueve un poco la economía de la comunidad, porque mucha gente acude a divertirse, y otras tantas personas llegan a vender sus productos.