Quintana Roo

Se mantiene estable la actividad turística

Por Yolanda Gutiérrez

ISLA MUJERES, 26 de febrero.- La presencia de turismo norteamericano y canadiense de pernocta contribuye a incrementar la ocupación hotelera en el destino, aunque en esta temporada se ha observado un ligero decremento de visitantes de esos países a comparación con años anteriores, pese a la oleada gélida que afecta a los países del norte.

La mañana del martes se registró un buen movimiento de visitantes en el destino, que ingresaban por alguna de las navieras que ofrecen el servicio de ruta entre Cancún e Isla Mujeres por la zona de Puerto Juárez, además del ferry en Punta Sam, que aprovecha algún que otro visitante de pernocta, generalmente del segmento “mochilero”, debido a su costo más económico.

Al mantenerse el puerto abierto en general, cooperativas turísticas y marinas pudieron trabajar sin ningún problema, aunque directivos y trabajadores de las más representativas coincidieron en manifestar que la demanda estaba bastante baja, pese a lo cual zarparon varias embarcaciones de diferentes agrupaciones que ofrecieron el recorrido en las áreas arrecifales de El Farito y la Cuevita, además de viajes al Musa.

También pudieron zarpar los tours de pesca deportiva, buceo y viajes a Contoy, en tanto que la comunidad pesquera aprovechó también la jornada para salir en busca de sus trampas y capturar especies de escama que no se encuentran en veda.

En la zona comercial, los visitantes caminaban por las calles e ingresaban en algunas tiendas de artesanías para curiosear en su interior, saliendo a veces con alguna compra, a la par que trabajadores de estos negocios invitaban a los turistas que deambulaban volteando a uno y otro lado a pasar y ver sin compromiso alguno.

Tampoco puede quejarse el sector gastronómico de la localidad y, pese a que durante el día los negocios no reportan una gran afluencia, el panorama cambia a partir de las seis o siete de la noche, hora en la que los norteamericanos empiezan a salir a cenar; los meseros poco tiempo tienen desde entonces para descansar hasta después de las once, hora a la que por lo general cierran las cocinas y la afluencia de comensales disminuye exponencialmente.

Prestadores de servicios turísticos de diferentes giros se mostraron igualmente complacidos ante la afluencia de visitantes y consideraron que tanto los de pernocta como los de pasadía se muestran igual de interesados en rentar un carro de golf, consumir un ceviche frente al mar, comprar algún recuerdo, tomar la bebida de su preferencia e incluso degustar tacos en alguno de los puestos semifijos donde los principales clientes son gente de la localidad.