Por Olivia Vázquez
La caída de 81 mil cuartos noches ocupados que reportó la Riviera Maya en este primer cuatrimestre del año podría ser el inicio de la “crónica de una muerte anunciada” derivado de los problemas que se están enfrentando en el destino como la inseguridad, el sargazo y la falta de una estrategia integral de promoción turística.
Conrad Bergwerf, presidente de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya, advirtió que este escenario se podría recrudecer en otoño próximo con el cierre parcial de hoteles y la pérdida de empleo si no se resuelven de manera inmediata estos problemas y se logra un trabajo integral entre todos los niveles de gobierno y la iniciativa privada. El líder del sector hizo un llamado puntual al Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ) para que presente un verdadero plan de promoción.
En conferencia de prensa donde se dieron a conocer los números oficiales del primer cuatrimestre del año en las operaciones hoteleras de la Riviera Maya, el presidente de los hoteleros de la región alertó de la situación que se ha venido enfrentando y de la falta de planes integrales y de acciones reales que eviten la tendencia de desaceleración que se recrudece.
De continuar esta tendencia de caída, el líder hotelero reconoció que lamentablemente el cierre parcial de hoteles y reducción de plantilla laboral, es una opción que está sobre la mesa sino se actúa a tiempo. “Estamos en un semáforo amarillo, pero a un cuarto para las 12 para que esté en rojo”, expresó.
Y es que, refirió que frente a los problemas del sargazo y de la inseguridad, se carece de un plan de promoción real que permita mantener el liderazgo internacional.
Tras la desaparición del CPTM se espera un trabajo más directo y efectivo en el CPTQ; pero hasta hora este organismo sólo ha sido reactivo y no proactivo y ha trabajado con la misma propuesta año con año.
“Dejemos de hacer un refrito de más de lo mismo, porque siempre es el mismo plan de acción de un año a otro, un ‘copy paste’. Hemos pedido un planteamiento estratégico para hacerle frente a la pérdida del mercado más importante, que es el mercado emisor de Estados Unidos y hasta la fecha, no hemos recibido nada de eso. Hace dos días hubo una reunión y resultó que sólo era para ver los alcances de 2018. Ayer fue historia, hoy es presente y mañana un incierto ante esto. Necesitamos ser propositivos y no reactivos”, expresó.
Los números oficiales de la caída del 3 por ciento podría terminar en 5 por ciento en el resto del año en la región que soporta 47 mil 287 cuartos hoteleros y que está teniendo una contracción en sus operaciones y requiere de acciones inmediatas en los temas que están impactando al destino.
La hotelería, dijo, es el principal motor económico de la región y si la tendencia de desaceleración continúa, se tendrá graves consecuencias para el resto del destino y del país, pues aquí se genera más del 42 por ciento del Producto Interno Bruto del estado viene de la industria hotelera que genera más de 71 mil empleos directos y 280 mil indirectos y una recaudación importante.
Ante ello, el líder hotelero refirió que es fundamental que el gobierno le inyecte a la promoción los recursos que se requieren y que se generan, pues del 100 por ciento del impuesto que se recauda y que se estima en más de mil 800 millones de pesos, sólo se tiene un presupuesto de 600 millones de pesos para promoción (30 por ciento) y se están generando nuevas deudas para pagar las viejas, lo que mantiene la misma tendencia y sin un plan estratégico real.
Asimismo, expresó que “el mensaje es muy claro, si no metemos una promoción eficiente, en la cual se busque reafirmar el posicionamiento del destino en los mercados emisores más importantes, sería la ‘crónica de una muerte anunciada’, porque el que le da oxígeno a este estado y al país es la industria turística y hotelera”, expresó.
“Hacemos un llamado al CPTQ para que nos deje de dar atolillo con el dedo, que nos den un plan proactivo para recuperar el posicionamiento de la Riviera Maya y de Quintana Roo”, dijo.
El sector quiere estrategias integrales que se encaminen a la promoción de pequeños hoteles, a potencializar la promoción de experiencias, grupos y convenciones; en bodas; en golf; en turismo de aventura, buceo, historia y cultura, porque no están en la promoción y se requieren campañas frescas.
La agrupación hotelera considera que esta falta de estrategia en la promoción, más los temas del sargazo y la inseguridad mantienen la tendencia a la baja, y aunque los números en ocupación todavía son sanos (82.6 por ciento y no del 85.3 por ciento, que se alcanzó el año anterior), no plantean una buena perspectiva para las siguientes temporada.