De la Redacción
Con al menos seis impactos de bala fue ejecutado un guardia de seguridad privada identificado como Antonio J. P., cuando circulaba en una bicicleta a unos metros del Centro de Reinserción Social (Cereso) de esta ciudad, en la mañana de este miércoles.
A pesar de la cercanía, policías estatales asignados a la seguridad perimetral del Cereso, permitieron que los sicarios, que se trasladaban en una motocicleta, lograran darse a la fuga.
Con este hecho, la cifra de ejecuciones en lo que va de este año en Cancún, se incrementó a un total de 160 casos.
Minutos antes de las 9:00 horas de este miércoles, el número de emergencias 911 emitió el reporte de una persona lesionada con arma de fuego, en la Región 99 sobre la avenida 145, a unos cuantos metros del Centro de Reinserción Social (Cereso) de esta ciudad.
Paramédicos de la Cruz Roja llegaron al lugar, encontrando a un hombre tirado en la calle, junto a una bicicleta, con impactos de bala en la cabeza, determinando que ya no contaba con signos vitales.
El ahora occiso vestía con un uniforme tipo táctico, por lo que custodios del Cereso corrieron hacia el ahora occiso, y después de pasar lista entre su personal, descartaron que se tratara de alguno de ellos, como se pensaba inicialmente.
Policías estatales y municipales también se acercaron al cuerpo, descartando que se tratara de algún elemento de ambas corporaciones.
Más tarde arribaron al lugar elementos de la Policía Ministerial y peritos criminalistas, quienes iniciaron con el procesamiento de la escena del crimen.
Alrededor del cuerpo, los peritos encontraron dos casquillos percutidos calibre .9 milímetros, y una ojiva, además de un teléfono celular propiedad del ahora occiso.
A simple vista, los peritos vieron que el cuerpo presentaba un orificio de bala en el pecho, dos orificios de bala en el costado derecho y tres más en la espalda.
Al revisar las pertenencias del ahora occiso, los peritos encontraron una credencial que lo acreditaba como empleado de una empresa de seguridad privada, a nombre de Antonio J. P., de 30 años de edad; descartando que se tratara de un elemento de alguna corporación policíaca.
El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense (Semefo), convirtiéndose en el ejecutado número 160 en lo que va de este año en Cancún.