Por Lusio Kauil
JOSÉ MARÍA MORELOS, 1 de mayo.- El campo, si se trabaja, sí da y saca de apuros, aseveró ayer un productor del Ejido Kilómetro Cincuenta, aunque hizo ver que lo que daña mucho al campesino es el precio del producto de su trabajo. Agregó que en el campo todo el año hay producción para vender en el mercado, lo que sucede es que nunca sube de precio lo que trabaja y cosecha.
El productor que se identificó como Agustín Collí dijo, en declaraciones a la prensa, que la naranja dulce se vendió desde que inició la cosecha hasta que terminó, en marzo, a 40 pesos la caja.
Por desgracia, el que compra, que es el comerciante, todo lo da caro y no vale el regateo, pues ahí se tiene que pagar lo que cuesta, porque se les fija precios, expuso.
Comentó que en esta temporada el campesino tiene para vender ciruela, mango, caimito, tomate, chile, entre otros productos que se generan en el campo, y agregó que esos productos son los que se venden ahora y sacan de apuros al productor, expresó.
En ese sentido, Agustín Collí reconoció que el campo, si se trabaja, sí que da, y refirió que él, por ejemplo, tiene una parcelita donde cosecha plátanos, caimito, coco, mango, ciruela, huaya, los cuales, con su venta, dijo, sale de sus apuros económicos.
Expuso que el campesino parcelero que realmente trabaja como “nosotros” no tiene el apoyo del gobierno. El gobierno sí apoya, no digo que no, pero, ¿sabes a quién apoya? cuestionó, y se respondió: el gobierno apoya al productor de la zona de mecanizados, al productor de los invernaderos; mientras que el pequeño parcelero no es conocido en el gobierno, no lo tienen en cuenta, lamentó.
Manifestó que él combina su trabajo como parcelero, con lo que es la albañilería. Confió que después de trabajar ocho o nueve horas de trabajo como constructor, tiene que trabajar en su parcela de 6 de la tarde a 9 de la noche, todos los días.