Por Ovidio López
ISLA MUJERES, 10 de junio.- Ya dejó de operar la naviera Marítima Isla Mujeres en la ruta de abasto de insumos a este centro vacacional desde Punta Sam, luego de que el trasbordador presentara falla mecánica y la otra embarcación no está en condiciones tampoco, confirmaron el personal y socios de la empresa.
Desde el jueves por la tarde dejó de operar el transbordador “Isla Blanca”. El próximo martes se confirmará si la situación actual hará que se retiren la empresa definitivamente de la ruta, que es uno de los puntos que se consideraron en la convocatoria de asamblea de socios en mayo pasado.
Mientras tanto, los barcos Ultracarga II y Ultracarga III, de la naviera Ultramar, atienden a sus anchas la ruta desde que Marítima Isla Mujeres presentó problemas.
Según parece, no hay interés de reparar sus dos barcos: Isla Blanca dejó de operar la tarde del jueves y “Sergio Gracia Aguilar” estaba desde hace varios días anclado en la bahía, y hoy se vio junto al otro.
Ya hemos publicado versiones de que la compañía enfrenta serios problemas de descapitalización desde que Ultramar empezó a trabajar el verano pasado. Hasta el mes anterior adeudaba alrededor de 30 millones de pesos; y desde abril no les paga a tiempo el salario a sus trabajadores, lo hace una semana después de cada quincena, de acuerdo a la denuncia de estos.
La taquilla insular, al igual que en Punta Sam, sigue abierta, pero no hay servicio “hasta nuevo aviso”. También están los trabajadores de a bordo. Y “hay silencio de los jefes” sobre si repararán los botes para reanudar el servicio.
A lo largo de ocho meses en que Ultramar comenzó a operar en la ruta, los directivos han emitido numerosas quejas en el sentido de que hay presunta evidencia de que “recibe favoritismo” de la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo (Apiqroo).
Precisamente, la entrada de la empresa de Germán Orozco Sarro el año pasado en la ruta a Punta Sam se dio de manera acelerada, cuando tuvo fallas mecánicas uno de los botes en operación de Marítima Isla Mujeres, pues la nueva normatividad de seguridad implementada por la Secretaría de Marina (Semar) exigía cumplir con todos los protocolos de las embarcaciones, de acuerdo a la reformada Ley de Navegación.