Por Moisés Omar Soto Suárez
CHETUMAL, 20 de junio.- Lo que fuera un espacio importante en esta ciudad capital y que concentraba a la “crema y nata” de la clase política y empresarial en Chetumal, el Club Campestre, ubicado en la confluencia de las avenidas Insurgentes con Boulevard Bahía, luce deteriorado y en total abandono, reflejando falta de mantenimiento de años, pese a que han intentado restaurarlo; sin embargo, los mismos socios se quejan de que está cerrado desde hace semanas, al encontrarse en reparación la alberca, pues ya presentaba fisuras, aun así anuncian a través de las redes sociales que será sede de un curso de verano.
Siendo creado para promover actividades deportivas, culturales, sociales y de esparcimiento entre sus socios y miembros, para lo cual rentan sus instalaciones para cualquier evento social, como se anuncia en su página oficial a través de las redes sociales, pero lo cierto es que hoy en día sus instalaciones lucen deterioradas, al grado de encontrarse cerradas desde su puerta principal, bajo el argumento de que se encuentra en reparación la alberca.
Sin embargo, ya desde la periferia los restos de la malla ciclónica que rodean las instalaciones son el reflejo del deterioro y/o abandono del lugar, además de que el resto de las instalaciones lucen dañadas por la falta de mantenimiento, que se hacía con las aportaciones de los mismos socios y con las rentas del lugar para eventos sociales, pero actualmente no puede ofrecer ningún tipo de servicio, aunado a que la alberca lleva meses sin servir.
Las rejas que dividían las canchas de tenis se encuentran oxidadas y caídas, pero en años anteriores eran centro de reunión de eventos privados de la clase política o sitio de reuniones para la clase empresarial, que organizada torneos de tenis de corte nacional e internacional, contando incluso con servicio de restaurante; sin embargo, hoy nada de eso existe, ante las pésimas condiciones en que se encuentra el Club Campestre de Chetumal.
Por lo que lejos de ser el club que concentraba a la clase política y empresarial del estado en los populares torneos de tenis, hoy en día es un escenario cerrado desde hace semanas, con instalaciones deterioradas y en total abandono por sus propios socios, cuya mesa directiva preside Edwin Aguilar Laguardia.