Quintana Roo

Activa zona de aterrizajes clandestinos

De la Redacción

NUEVO TABASCO, BACALAR, 15 de agosto.- Una narcoavioneta con gran cargamento de droga sobrevoló y habría aterrizado y despegado los límites del poblado Nuevo Tabasco y campamentos menonitas, en el municipio de Bacalar, en la parte colindante sur del Área de Protección y Conservación de Flora y Fauna “Bala´an K’aax”, donde actualmente se encuentran varias pistas clandestinas, que conforman la zona de narcopistas del triángulo de operaciones de cárteles del narcotráfico.

Pobladores de los alrededores señalan que en días pasados una aeronave sospechosa sobrevoló por la zona, la cual aterrizó y posteriormente emprendió el vuelo nuevamente, de la cual no saben en donde acabó.

Se supo que en ese lugar, las autoridades la dejaron de ver en el radar; sin embargo, la última señal se quedó plasmada en un punto cercano a la comunidad Nuevo Tabasco.

En el lugar, existe un tramo utilizado presuntamente como pista clandestina, que tiene una dimensión de 1.4 kilómetros de longitud, y alejada a 15 kilómetros de la carretera estatal Reforma-Miguel Alemán, en donde se carece de vigilancia policíaca, ya que las oficinas de las antiguas partidas se encuentran cerradas con candado.

Lo anterior permite las operaciones del narcotráfico con suma facilidad y holgura de tiempo, y con una cantidad importante de droga que se traduce en millones de pesos para los cárteles.

La pista clandestina se localiza en un camino sacacosechas de 8.2 kilómetros que construyó la pasada administración federal, la cual cuenta con las características perfectas para ser utiliza en cualquier momento.

De la misma forma, se observó neumáticos usados de vehículos al inicio de la presunta pista clandestina, las cuales evidencian las operaciones de avionetas y fácilmente pueden ser encendidas a modo de antorchas para facilitar la acción nocturna de aeronaves, además por lo solitario del lugar.

Asimismo, existe una gran cantidad de troncos apilados en el camino que pudieran ser utilizados como barricadas para retrasar el avance de las Fuerzas Armadas que pretendan llegar, por lo que se presume la continua actividad delincuencial.

También, a pocos metros, se tienen construido algunos silos, diseñados para almacenar grano y otros materiales a granel, los cuales pudieran ser utilizados como almacenes para combustible e insumos para el trasiego de drogas.

Al otro lado del camino sacacosechas, se ubica parte colindante sur del Área de Protección y Conservación de Flora y Fauna “Bala´an K’aax”, y un par de kilómetros más adelante existe una gran extensión de tierras mecanizadas del grupo de menonitas que llegó desde hace una década.

Lo extraño es que los menonitas al notar la presencia de cualquier vehículo desconocido en el lugar se guardan en sus casas o en los costados de sus cultivos, ya que los vehículos utilitarios y maquinarias permanecen en los campos supuestamente abandonadas.

Algunas casas cuentan con antenas de radiocomunicación, las cuales están distribuidas estratégicamente en la extensa zona que abarca el campamento menonita, en donde a pesar de tener visibilidad de varios kilómetros a la redonda, por la devastación de la selva, no se observa a ninguna persona.

En el camino de terracería que comunica los asentamientos menonitas, se cuenta con letreros que indican que es el Área de Protección y Conservación de Flora y Fauna “Bala´an K’aax”, los cuales han sido dañados con armas de fuego, marca inequívoca de los cárteles que dominan la zona, en donde recientemente han aparecido avionetas quemadas.

En la misma brecha se encuentra un hoyo de aproximadamente cuatro metros de profundidad y diez metros de largo y ocho de ancho, en cuyo interior se encuentra una gran cantidad de desperdicios irreconocibles, ya que fueron quemados.

Durante todo el trayecto solamente se divisó una patrulla con elementos de la Policía Estatal Preventiva en la comunidad Nuevo Tabasco.

Pistas clandestinas en la zona

El 28 de julio de 2019, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) confirmó el aseguramiento de un narcoavión en una pista clandestina en las cercanías de Miguel Alemán y Río Verde, así 200 kilos de cocaína, y de armas largas y cortas en la localidad El Gallito, todos del municipio de Bacalar.

Los 200 kilos de cocaína hallada en el narcojet de la marca King Air 300, matrícula N-256NM, sin registro en la base de datos de la Dirección General de Aeronáutica Civil, fue valuada en más de 47 millones de pesos.

Cabe destacar que en esta zona, principalmente Miguel Alemán, Río Verde y El Gallito, forman el triángulo de operaciones aéreas del narcotráfico internacional procedente de Sudamérica, en una ruta de vuelos ilícitos que entran a territorio mexicano por la frontera con Belice y se extiende hasta los territorios colindantes con los límites entre Quintana Roo y el estado de Campeche.

El 26 de noviembre 2018, el Ejército Mexicano destruyó una pista clandestina en terrenos ubicados en la franja en disputa entre Quintana Roo y Campeche, la cual tenía una longitud de un mil 100 metros, y que era utilizada para el aterrizaje de narcoavionetas.

Sin embargo, desde el poblado se tiene que avanzar entre caminos de difícil acceso, más de 30 kilómetros hasta la pista clandestina que fue asegurada por el Ejército Mexicano el domingo próximo pasado.

A esa zona sólo se puede ingresar a bordo de vehículos militares, camionetas, a caballo o a pie, o en su caso, vía aérea, debido a que la brecha es demasiado sinuosa y angosta, aunque actualmente se encuentra seca.

El 25 de octubre de 2018, se encontró en la comunidad Río Verde, municipio de Bacalar, dentro los cultivos de soya, una aeronave tipo Cessna color blanco con azul, matrícula N335PG.

Esta avioneta se encuentra a unos 9 kilómetros y medio lineales de la narcopista que destruyeron los elementos del Ejército Mexicano, en la franja divisoria de los estados de Campeche y Quintana Roo, a unos 30 kilómetros de la población de Miguel Alemán, municipio de Bacalar.

La avioneta tipo Cessna utilizada para el trasiego de al menos 700 kilos de cocaína, aterrizó en los límites de Quintana Roo con Campeche, ésta fue abandonada y quemada en medio de un campo de cultivo de soya en Río Verde, municipio de Bacalar.