Por Justino Xiu Chan
FELIPE CARRILLO PUERTO, 28 de agosto.- Las condiciones climatológicas adversas han generado que las tareas de combate del incendio forestal en Uaymil, ubicado en la Biosfera de la Reserva de Sian Ka’an, sean aún más difíciles, sobre todo porque el fuego que hay en la zona de conflagración es subterráneo. Ante ello, el día de hoy se integró a los trabajos de traslado de combatientes, descargas de agua y retardantes, un helicóptero de la Secretaría de Marina.
De acuerdo a información que se pudo indagar, el incendio denominado Uaymil, ubicado en la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an, hasta el momento ha consumido mil 300 hectáreas de selva, principalmente sabana, arbusto y selva mediana. Pero que se les ha dificultado el combate a los brigadistas, debido a las condiciones climatológicas adversas que se han presentado en los últimos días.
La fuente señaló que del total de la superficie siniestrada se tiene un control del 95 por ciento, y un 90 por ciento de liquidación. No se ha avanzado para la liquidación debido a las condiciones adversas del clima, en los últimos días se ha intensificado el calor y eso favorece al fuego.
Más porque en la zona se cuenta con material de combustión que permite que el fuego siga activo, y avance de manera subterránea y superficial, lo que ha provocado que los trabajos de combate sean aún más difíciles.
Es por eso que hoy en día trabajan para las tareas de combate por lo menos 70 brigadistas, tanto de la Comisión Nacional Forestal como de la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas y brigadas comunitarias de X-Hazil Sur. Con el apoyo de dos helicópteros, uno de la Fuerza Aérea Mexicana y otro de la Secretaría de Marina, que han contribuido para el traslado de los combatientes, así como para realizar descargas de agua sobre la zona de conflagración.
Los brigadistas, aparte de atacar el fuego de manera directa y mediante la apertura de brechas cortafuego, también se han tomado el tiempo para rescatar a los animales silvestres que se han visto amenazados por el fuego, tal como la loable labor que hizo uno de los combatientes al rescatar una cría de pecarí de labios blancos, para luego llevarlo en una zona segura, donde se encontraba la manada.