Por Yolanda Gutiérrez
Prácticamente cruzados de brazos los prestadores de servicios turísticos que laboran en los balnearios públicos de la Zona Hotelera ante la baja afluencia de turistas; el pasado miércoles era mínimo el número de bañistas en las playas, pese al clima que imperó, caracterizado por bochorno, con algunas nubes que de tanto en tanto, ocultaban los rayos del sol de manera temporal.
Incluso en Gaviota Azul, donde por lo general se concentra la mayor parte del turismo que opta por salir de las playas de sus centros de hospedaje, se observó un mínimo número de bañistas, aunque en comparación con otros balnearios, puede decirse que el aforo estuvo algo mejor.
Debido a la escasa actividad turística, eran pocos los vendedores ambulantes que recorrían los arenales, en los que apenas estaban instalados unos cuantos bañistas, pese a que el sargazo era casi inexistente y el agua, tranquila y sin oleaje, presentaba los colores cristalinos que caracterizan al Caribe.
Triste panorama en comparación con la temporada alta o incluso, durante el fin de semana correspondiente a las fiestas patrias, cuando balnearios como Tortugas prácticamente se llenaron, alcanzando un importante aforo el 16 de septiembre, según informaciones proporcionadas por fuentes de Protección Civil.
Las mismas fuentes sostuvieron que pese a que la mayor parte de las playas de la Zona Hotelera pueden considerarse seguras, siempre y cuando los bañistas no se introduzcan en el agua después de comer copiosamente o ingerir bebidas alcohólicas, son varios los balnearios públicos que representan un riesgo potencial, especialmente cuando los usuarios se alejan de la orilla más de lo prudente.
En este sentido, mencionaron que Delfines, Gaviota Azul y Marlín pueden considerarse como relativamente peligrosas, aunque durante los últimos días se detecta el fenómeno conocido como “bonanza”, que mantiene el mar quieto y sin oleaje, lo que imprime más seguridad a los bañistas.
Varios prestadores de servicios coincidieron con estas apreciaciones y comentaron que, sin duda alguna, Delfines es la más peligrosa de todas.
“Lo que tiene Delfines es que es muy grande y extensa, por lo que difícilmente los guardavidas pueden estar al pendiente, sobre todo si se considera que son pocos para tanta superficie, aunque en estos días están un poco más relajados porque no hay olas y las corrientes no son muy fuertes, además que no hay muchos bañistas”, expresó un arrendador de sombrillas.
En tanto que un elemento del Grupo de Rescate Acuático mencionó que “a veces el mar es engañoso porque hay poco oleaje, como sucede hoy, pero a escasos metros de la costa hay pozas; cuando esto pasa, se pone la bandera roja y se está al pendiente para avisar a los bañistas que no se pasen del área segura, pero a veces no hacen caso y es toda una lucha”.
Como contrapunto, Tortugas, Langosta y Las Perlas son las playas más seguras de la Zona Hotelera, especialmente las dos últimas, debido a que, al encontrarse en la zona de bahía sus aguas son poco profundas y tranquilas, ideales para los más pequeños.