Quintana Roo

Oídos sordos a los problemas de Holbox

Por Eva Murillo

 

Oídos sordos han mostrado las autoridades de los tres niveles de gobierno con relación directa a los problemas que enfrenta la Isla Chica de Holbox, mientras que el llamado de los habitantes es de hace por lo menos dos años.

Las acciones han estado enfocadas en pintar fachadas, construir domos, paradores turísticos, atender el drenaje sanitario que constantemente colapsa y hacer un cárcamo de aguas residuales que no funciona de manera óptima, pero no han solucionado los problemas de fondo para evitar la saturación de todos los servicios y la masacre ambiental que hay en el área.

En abril de 2019 el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, quien por cierto tuvo su última gira de trabajo en la isla en agosto de 2018, informó que su gobierno había invertido en Holbox 109 millones de pesos, dicha cantidad es la tercera parte de lo que utilizó en el combate al sargazo en 2018.

El dinero fue usado para infraestructura de agua potable y drenaje; en agosto de 2019 fueron aplicados nueve millones de pesos en un domo de arcotecho y cancha de usos múltiples, rehabilitación de calles aledañas, drenaje pluvial al embarcadero y sustitución de luminarias.

A un año de que inició la administración federal actual, los habitantes de la Isla Chica de Holbox no han visto la cara de los titulares de la Semarnat, Conanp, Sectur ni ningún otro funcionario federal, a pesar de los graves problemas ambientales a causa de la mala planeación en su crecimiento hotelero y la explotación turística del lugar,

Y no es que quiera ocultarse la situación de abandono en la que Holbox ha ido avanzando dando tumbos, (pero eso sí, con una promoción que ha llegado a la mayor parte de mundo, ofreciéndola como una isla encantadora y paradisíaca) pues sus habitantes han llevado el tema a las Cámaras federales. Han alzado la voz en numerosas ocasiones para tratar de que alguien ayude al lugar en donde nacieron a sanar de los abusos cometidos en contra del medio ambiente, a salir del atraso social en el que están por los deficientes servicios públicos que tienen.

A pesar de todo eso y lo que aún falta, los holboxeños deben sonreír a los miles de turistas que cada año reciben y tratar de ocultar, aunque a veces es imposible, todos los problemas que enfrentan para que los visitantes puedan tener las vacaciones soñadas en una isla que dista mucho de lo que vieron en los folletos o en imágenes de Internet.