Quintana Roo

Historia y tradición, en la calzada

Martha de Atocha Rodríguez Miss, fundadora de la actual Calzada Juan B. Caldera en el Malecón del Centro de la Isla, narró cómo fue la transición desde que estaba a un costado del Santuario Mariano Diocesano, hasta nuestros días, al frente de un negocio netamente familiar y tradicional en Carmen.

“La historia de este negocio comenzó un día que el señor Carlos Pacheco y doña Licha nos dieron la oportunidad de trabajar con ellos en ese tiempo; tiene 39 años, unas bellas personas”.

Nosotros estamos muy agradecidos porque todo el tiempo nos apoyaron, nos abrieron su negocio para trabajar en las mañanas y pues ahí seguimos, expresó la locataria de la Calzada.

“Rentamos por 23 años y de ahí cuando la Calzada, esta nueva calzada la hicieron, el señor Gobernador Antonio González Curi nos dio un puesto, este puesto de arroba y aquí ya tenemos 18 años”.

Aquí vendemos lechón, cochinita, chicharrón, para la Cuaresma vendemos pan de cazón, tacos y tortas también de cazón, es un local totalmente familiar, narró la entrevistada.

“Aquí estamos mi esposo, mis hijos, mis nueras, aquí trabajamos nosotros todos los días. Esto ya es una tradición. Alguien decía por allá, quieres ver a los carmelos reunidos los domingos, ve a Chico Che. Los domingos viene la gente en la mañana a comer, también estamos muy reconocidos, nosotros enviamos comida a Monterrey, Guadalajara, por avión y mucha gente viene recomendada de otros Estados a comer aquí en la Isla en la taquería Chico Ché”.

Bendiciones

La señora Martha de Atocha refirió que el señor Carlos Pacheco, que es la persona que le rentó en un principio en el local de la anterior Calzada, siempre les dejó bendiciones.

“Nos decía que tuviéramos bonanza, don Carlitos siempre fue una persona muy amable, desafortunadamente tiene años que falleció, cuando ya nos pasamos a esta Calzada él falleció y su esposa tiene unos años que también falleció. Esas bendiciones siguen con nosotros que bendecimos a cualquier cliente que nos visita. Tenemos negocios en la Morelos, en avenida Contadores también.

Además, narró la historia de un mesero que trabajó con ellos y que ofrecía a los clientes “vista al mar o vista al pueblo”.

“Ese mesero cuando veía llegar a un cliente le decía, ‘adelante buenos días, tenemos esto de comer’, y les preguntaba ‘quieren vista al mar o vista al pueblo’, eso era muy importante porque para la gente era algo chusco”.

Con 39 años de experiencia, Martha de Atocha dijo que no tener miedo es factor fundamental para emprender y desarrollar cualquier negocio y más uno de comida.

“Todos los negocios son prósperos cuando se les pone amor, constancia, humildad y la atención hacía el cliente, cuenta mucho el pan, la tortilla y la comida y un buen guiso, júrelo que va a vender la gente, pero si no hacen buenos guisos, vienen prueban, nos les gusta y ya no regresan. Es cuestión de mejorar cada día su negocio”.

Ya nosotros molemos nuestro recado, no compramos en tiendas el recado, sino que nos especializamos en hacer nuestro recado; el de la cochinita y el lechón nosotros lo preparamos, relató la entrevistada.

(Texto y fotos: Agustín Ferrer)