Quintana Roo

¡Aquí estamos!

Por Olivia Vázquez

No importó la edad, el color o la nacionalidad. En punto de las 17:00 horas, vestidas de negro, morado y verde las mujeres en Cancún tomaron la avenida Bonampak y Tulum rumbo a la Fuente del Ceviche para exigir seguridad, alto a la impunidad y para decir en una sola voz: ¡Nos queremos vivas!, ¡Ni una más!, en medio de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

Cancún se volvió mujer y la ola de manifestantes rompió el récord de participación ciudadana.

Hoy miles de ellas no estarán activas, no se moverán, no saldrán a la calle y no irán a trabajar como continuación de la protesta que pide un cese a la violencia y la inseguridad contra la mujer en todo el país; pero ayer marcharon todas y marcharon juntas en las calles de Cancún. No fue una, ni pocas, fueron miles las que exigieron atención.

“Aguantemos tantito. Sabemos que llegamos tarde, pero ya estamos aquí”, dijo una de las organizadoras, mientras Santamaría Vázquez, titular de Seguridad Pública en Cancún, giraba las últimas instrucciones para resguardar al contingente de las que marcharon.

-“¡Por Karen, por Ingrid, por Abril, que también están presentes y van en la cruz!”- por todas las que pueden y las que ya no pueden exigir, decían las voces anónimas que se juntaron vestidas de negro y vestidas del color del movimiento feminista para comenzar a marchar.

“Mujeres, mujeres, mujeres. Arriba las mujeres”, retumbó el timbre agudo que no opacó el sonido del tambor. “¡El estado opresor es un macho violador!”, gritaron, cantaron y saltaron mientras el contingente avanzó.

Una pareja de turistas observó en medio de la bulla, fijó la mirada en la joven embarazada que se unió al contingente para exigir sus derechos y que caminó entre los colectivos de estudiantes, amas de casa, adultos mayores, de la comunidad LGTB y de las empresarias.

Salieron de las calles, de la plaza, bajaron del coche, de las aulas, llegaron en sillas de ruedas, en brazos, en grupo, salieron a exigir.

La fila humana se alargó y las mujeres se expresaron por primera vez en un colectivo masivo que se hizo escuchar en Cancún.

Fueron más de 3 mil 500 las voces que gritaron “¡alerta, alerta!”.

Escoltadas por motociclistas mujeres también, el contingente de mujeres llamó la atención de cientos de ojos que expectantes en los barandales, en los pisos de los departamentos, que las vieron pasar. Algunos autos aceleraban para huir del contingente, para no quedarse en medio de la protesta que se movía lenta y tranquila, pero a paso firme.

“¡Tranquila hermana aquí está tu manada!” “Por mi abuela, por mi mamá, por mi hermana, ni una más, ni una más, asesinada ni una más”, fueron las consignas que se replicaron como eco en los más de 300 metros que se extendió la manifestación.

Frente a Plaza Las Américas, los colectivos se detuvieron, y las mujeres simularon caer muertas. Cientos de ellas en el pavimento, como parte de un  performance de protesta, que quiso hacer visible la indignación.

Luego, un minuto de silencio en honor de las mujeres asesinadas y el trayecto culminó en la Fuente del Ceviche, donde los miles de mujeres, se convirtieron en una, una mujer que guardó completo silencio para manifestar su indignación y para exigir el derecho a una vida libre de violencia, pero un silencio que también demostró la unión de todas las mujeres.