Por Eva Murillo
La carencia de perspectiva de género en las investigaciones de muertes de mujeres hace que las cifras oficiales de violencia de género no sean confiables, manifestó Mónica Franco Muñoz, investigadora criminóloga e integrante del grupo ciudadano Gobernanza MX.
Las cifras oficiales sobre la violencia de género, sobre todo las relacionadas con la muerte de mujeres, no son un marco rector o guía infurtiva sobre los feminicidios, remarcó.
En ese contexto, comentó que las instituciones no siempre aplican los protocolos para investigar con perspectiva de género o para indagar como feminicidios los asesinatos de mujeres.
Hay un protocolo internacional que debe aplicarse en todos los países, recordó, manejado por la Organización de Naciones Unidas en su apartado de mujeres, que ha pedido a todas las naciones, entre ellas México, que lo apliquen.
Parte de un principio importante, abundó, y es que toda muerte violenta de una mujer debe investigarse como un feminicidio hasta que sea demostrado lo contrario, es decir, que siempre la primera línea de actuación que debe tener la autoridad debe ser feminicidio y ya que lo descarta puede clasificarlo como homicidio u otra forma de muerte.
En México también hay otra cifra negra y oscura que no ha podido aclararse, y tiene que ver con los suicidios de mujeres.
“Muchas de este tipo de muertes, derivan de la violencia de pareja o instigación a quitarse la vida, así como a depresiones profundas por todo el marco de violencia en el que vivía todos los días”, detalló.
“Yo los llamo suicidios feminicidas, porque son inducciones al suicidio provocados por una situación de violencia de género y eso no está en la cifra oficial”, consideró Franco Muñoz.
En ese sentido, exhortó analizar este tipo de muertes, sobre todo en zonas como Quintana Roo que se ha mantenido entre las entidades con las tasas de suicidios más altas del país.
Añadió que en el caso de los homicidios culposos, tampoco se sabe cuántos de estos son violencia de género, pues pueden ser casos de aparentes atropellamientos o caídas “accidentales” desde varios pisos de altura o desde una escalera, que están disfrazados de accidentes.